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Porfirio Lobo se impone como
nuevo presidente de Honduras
Tegucigalpa, 30 de noviembre del 2009. Los hondureños eligieron el
domingo a Porfirio Lobo Soto, ex ganadero y parlamentario de 61 años y
candidato por el Partido Nacional, como el nuevo presidente de esta
nación centroamericana sumida en una profunda crisis política, en unos
comicios marcados por una votación pacífica y con pocos incidentes
violentos. Tras un proceso que se inició a las 7 de la mañana y culminó
a las 5 de la tarde, luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE)
ordenara prorrogar la votación por una hora, Lobo obtuvo una cómoda
victoria con 55 por ciento de los votos, según encuestas a boca de urna.
Su contrincante más cercano, Elvin Santos, aspirante por el Partido
Liberal, obtuvo cerca del 35 por ciento de los votos.
De acuerdo con proyecciones extraoficiales, la abstención se ubicó por
debajo del 45 por ciento, un porcentaje menor de la registrada en las
elecciones del 2005, cuando Manuel Zelaya resultó electo presidente. En
total se estima que salieron a votar unos 2.8 millones de votantes, de
un total de 4.6 millones inscritos en el padrón electoral. Entre los
votantes hondureños residentes en Estados Unidos, la abstención fue de
23 por ciento, según cifras divulgadas por los medios locales.
Con la elección de Lobo, se cierra un ciclo de la crisis política que se
inició el pasado 28 de junio, cuando fue depuesto el presidente Zelaya,
y se abre un inédito período marcado por la esperanza y la incertidumbre,
cuando el nuevo gobierno busque ser reconocido a nivel internacional al
tomar posesión el 27 de enero del 2010.
Los votantes comenzaron a salir lentamente en la mañana del domingo a
los centros de votación, a un ritmo que comenzó a incrementarse para el
mediodía, según un recorrido realizado por El Nuevo Herald en varias
mesas de esta capital.
"Salir a votar es lo más importante que uno puede hacer por toda la
nación", dijo a Carlos Arencibia, un votante de 48 años que acudió al
Instituto 15 de Septiembre, en la colonia del mismo nombre, en
Tegucigalpa.
El profesor Sigfrido Soto, de 65 años, dijo por su parte que el acto de
votación era la forma de los hondureños "de solventar nuestra crítica
situación para que mejore".
En el Instituto Monterrey, ubicado en la zona capitalina de Comayaguela,
Lourdes Sierra, de 85 años, acompañó a toda su familia a votar,
incluyendo a los nietos que votaron por primera vez. "Todo se desarrolló
con total tranquilidad", aseguró.
En Miami, miles de hondureños acudieron al centro de votación habilitado
en la zona de Allapatah, agitando banderas y pancartas a favor de sus
candiadtos favoritos.
Los hondureños se concentraron desde temprano en un club de la comunidad
polaca-estadounidense donde se instalaron siete mesas de votación,
indicó un reporte de AFP.
Las autoridades policiales hondureñas reportaron pocos incidentes
violentos. El más imporatnte tuvo lugar en San Pedro Sula, al norte de
Tegucigalpa, donde un grupo de centenares de seguidores del depuesto
presidente Zelaya, que denunciaban fraude electoral, fue dispersado con
bombas lacrimógenas y cañones de agua por las fuerzas de seguridad.
Orlin Cerrato, vocero de la Policía Nacional, reportó también la
detención de varios extranjeros, principalmente salvadoreños y
nicaragüenses, al tiempo que informó de que en una habitación de hotel
en los suburbios de Tegucigalpa, fue encontrada una bandera venezolana y
un manual para elaborar explosivos.
"Aquí en el país hay muchas personas extranjeras que están contribuyendo
a que se perpetren hechos delictivos, que no pueden denominarse de otra
forma sino como actos terroristas", dijo Cerrato.
El Frente de la Resistencia de Honduras, en un comunicado emitido el
domingo en la noche, denunció la actuación de los cuerpos de seguridad
en contra de los opositores al gobierno de facto.
"El clima es de una policía y de un Ejército que pareciera se preparara
para una guerra", indicó el comunicado. "La resistencia rechaza
cualquier vinculación que la Policía Nacional haga con los atentados,
bombas y violencia en la que se nos busque involucrar. Nuestra
resistencia es pacífica".
Los principales dirigentes políticos salieron a votar antes de mediodía,
repitiendo el llamado a votar que fue repetido constantmente a través de
la televisión y la radio locales.
El presidente Roberto Micheletti garantizó al seguridad ciudadana e
instó a los hondureños a ‘‘no tener miedo'', cuando acudió a votar en la
Escuela República de Honduras, ubicada en la localida de Progreso, en el
norte del país, de donde es nativo.
"Esta es una demostración cívica para que los demás países del mundo
reconozcan que tenemos la libertad de escoger los candidatos, y que no
permitimos que nos impongan ninguna doctrina extraña", dijo Micheletti
en un mensaje televisivo.
"Esta elección marca sin ninguna duda un paso muy importante en la
consolidación de un gobierno de unidad nacional, y decidirá el futuro de
Honduras", dijo Porfirio Lobo cuando depositó su voto en la Escuela Olga
de Ochoa, en la localidad de Juticalpa, Olancho, de donde es originario.
Incluso el propio candidato de la izquierda hondureña, Carlos Ham, hizo
un llamado el domingo en la mañana a sus correligionarios zelayistas, a
que acudieran a las mesas de votación como una forma de luchar contra la
"dictadura".
“Acudamos a las urnas, aún el pueblo hondureño tiene la oportunidad de
elegir quién los gobernará. Este llamado lo hago de manera especial al
pueblo que ha estado en resistencia en contra del golpe de Estado y en
lucha en contra de la dictadura. La lucha popular en la calle es
importante, pero también es muy importante complemetarla con la lucha
electoral que es otro campo de batalla, la lucha para tener un espacio
de poder politico”, indicó Ham.
Representantes del gobierno de Estados Unidos en Honduras se
pronunciaron favorablemente a la organización y desarrollo del proceso
comicial.
El embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens, dijo que las
elecciones se realizaron "de manera normal y tranquila", luego de
visitar varios centros de votación en la capital.
Llorens acompañó a uno de los miembros de su equipo de seguridad, quien
acudió a votar en una escuela de la colonia Tres de Mayo, en las afueras
de Tegucigalpa, y destacó "la buena organización" del proceso electoral.
Por su parte el ex embajador estadounidense James Creagan, dijo a la
radio hondureña que el proceso electoral "es una maravilla porque hay
mucha gente votando".
Los observadores internacionales destacaron varios aspectos de la
consulta electoral, luego de visitar numerosos centros de votacion en la
capital y el interior del país.
"Fueron unas elecciones ordenadas, diáfanas, limpias", dijo Armando
Valladares, ex embajador de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU y que reside en Miami.
Vilma Petrash, internacionalista venezolana que es académica del Miami
Dade College y está asilada actualmente en Miami, destacó el
entrenamiento de los miembros de mesa, la distribución a tiempo de los
materiales y la coordinación con representantes locales de la sociedad
civil. "Aquí se está decidiendo el futuro de la democracia en América
Latina", aseguró Petrash.
Fuente: © 2009 El Nuevo Herald
Casto Ocando/Tegucigalpa
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