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Firmes por la justicia y por
los pilares de la democracia
SOS Justicia / Movimiento Cubano Unidad Democrática
Desde que los fundadores del G-7 (grupo de los siete) conjuntamente con
otros disidentes como Héctor Palacio Ruiz quienes no integraron el G-7
pero que igualmente se opusieron (y se oponen) a los actos de
desobediencia civil para echar del poder a los comunistas, desde que
esos activistas “de bajas expectativas” (como
acertadamente los define el Dr. Oscar Elías Biscet) convocaron y
ejecutaron el “compás de espera hasta que las circunstancias sean
favorables” con que liquidaron a la alianza Concilio Cubano que unió las
organizaciones de la sociedad civil cubana sin excepción, desde aquel 24
de febrero de 1996 quedó confirmado que los procedimientos disidentes se
subordinan a la inexistente voluntad de cambio del opresor partido
comunista de Cuba (PCC). Ese modo de obrar causa el acatamiento de las
leyes injustas impuestas por el PCC que caracteriza a la disidencia
cubana, y también origina la servidumbre seudo legalista en que este
movimiento basa sus planes la cual de hecho y de forma congénita coloca
a esos proyectos en el plano de lo impracticable, pues los opresores
comunistas no harían nada que conlleve la pérdida de su poder ya que
usurpar indefinidamente el poder es la meta suprema de ese tipo de
organización criminal.
La prueba irrefutable de estas afirmaciones es que los proyectos de la
disidencia consisten en presentar propuestas a las diversas instancias
del ilegal gobierno de los comunistas para que este los apruebe. De este
modo, por citar el ejemplo clásico, Oswaldo Payá y su Movimiento
Cristiano Liberación (MCL) han originado el Foro Cubano a principio de
la década del 90 del siglo pasado; el Proyecto Varela a finales de esa
década; el Diálogo Nacional a principio de este siglo; y en el presente
2007 han reeditado el Foro Cubano y piden se ponga en vigor una nueva
ley electoral en la que permitirían a los causantes del conflicto en
Cuba, o sea a los criminales del PCC, postularse para gobernar
nuevamente al pueblo que han oprimido por casi medio siglo. En resumen:
El MCL y Payá claman por el reciclaje de los funcionarios comunistas.
¡Extraño sentido de la ética y de la justicia tienen Payá y el MCL! De
ser ejecutadas sus proposiciones estas obligarían a las víctimas del
comunismo a exponer la mejilla sana igual que en el pasaje bíblico al
tiempo que las privaría del supremo derecho a recibir justicia formulado
en otro versículo de La Biblia.
Desde principio de los años 90 del siglo pasado, decenas de activistas y
periodistas independientes han estado advirtiendo sobre este fenómeno
según el cual la disidencia ha devenido una fuerza opuesta al sector de
la sociedad civil cubana que busca echar del poder a los usurpadores del
mismo. Por tanto la existencia del sector disidente le viene de perilla
a los opresores por si llega el momento en que deban mutar como mutaron
los partidos comunistas en el aparentemente desaparecido bloque
soviético.
Sin embargo esta realidad no ha sido admitida en nuestra opinión por dos
razones. La primera está conformada por particulares intereses
económicos que por desgracia ciegan a algunos grupos de exiliados
receptores de fondos (grants) del gobierno estadounidense pues la
admisión de estos hechos podría ocasionar el fin de decenas de programas
inútiles que sobreviven retroalimentándose precisamente de los proyectos
impracticables del sector disidente de la sociedad civil cubana. La otra
razón es que la generalidad de los políticos estadounidenses, tanto
demócratas como republicanos, no apoyan suficientemente la causa de la
libertad de la sociedad cubana pues de querer hacerlo ellos saben por
experiencia propia que los once pilares de la democracia únicamente se
pueden erigir sobre la base histórica de derrocar a la opresión y
administrar justicia, para lo cual se requiere ayuda efectiva como la
que la nación estadounidense recibió de la Corona Francesa por gestión
de Benjamín Franklin.
Opositores como el Dr. Oscar Elías Biscet conocen a fondo que hoy por
hoy la disidencia lastra la resistencia cívica tanto como la labor
represiva de la contrainteligencia comunista y como el sorteo de visas
estadounidenses que adicionalmente sirve como vía para infiltrar agentes
del PCC en la sociedad de Estados Unidos de América. En septiembre de
2003, desde la mazmorra en que lo torturan mental y físicamente, el Dr.
Biscet advierte: “No carecemos de unidad de criterios respecto a
los valores, pero sí en los medios que debemos utilizar para lograr la
libertad. Desgraciadamente, estas insignificantes diferencias de opinión
han dado cabida a divisiones entre líderes del exilio y disidentes
dentro de Cuba. Estas diferencias han servido de oxígeno a las llamas
del más reciente y peligroso obstáculo que confrontamos”. (ver
enlace 1)
Biscet prosigue su análisis especificando: “Me refiero al
movimiento por la complacencia. Un movimiento que intenta hacerles creer
a los fieles amantes de la libertad que deben aplaudir y complacerse por
las pequeñas dosis que les ofrecen. Un movimiento que sugiere que los
cubanos no merecemos la plena libertad, únicamente pequeñas muestras de
ésta. A este movimiento de bajas expectativas se une la especulación de
que otros fragmentos de libertad y democracia automáticamente les
seguirán”.
Con las mismas sospechas que tenemos decenas de activistas desde los
años 90 del siglo pasado, Biscet acusa en su carta de 2003: “Este
malpensado movimiento no reclama para los cubanos los derechos humanos
básicos reconocidos internacionalmente, sólo los sugiere. No reclama los
derechos de la ultrajada Constitución de 1940, sin embargo, opta por la
ilegitima Constitución comunista de 1976. Constitución que no es más que
un instrumento de la opresión. Un documento malévolo cuyo único objetivo
es el de justificar un estado totalitario. Una aberración ilegal que ha
permitido y fomentado la encarcelación, la tortura y la ejecución de
disidentes pacíficos sin que se les permitiera defenderse legalmente”.
Propuestas hechas por grupos como el Partido Solidaridad Democrática, el
Movimiento Cristiano Liberación, Todos Unidos o como la reciente Unión
Liberal Nacional que dirige el disidente Héctor Palacio Ruiz contienen
procedimientos erróneos que se pueden resumir con el axioma: “del lobo
aunque sea un pelo”, y además demuestran la tolerancia del movimiento
disidente con la intolerancia del PCC llegando al extremo de proponer la
intervención de los comunistas en el futuro político del país al peor
estilo del “borrón y cuenta nueva”. El Dr. Biscet critica este
procedimiento disidente cuando cuestiona: “... a los que hoy
concluyen que debemos apaciguar al opresor, a ellos les pregunto, ¿es
digno a la memoria de miles de jóvenes cubanos –nuestros mejores hijos–
que fueron llevados ante un paredón y fusilados por defender nuestro
derecho a la libertad, que ahora aceptemos la complacencia?”.
Receptores de fondos del contribuyente (grants) así como otros grupos e
individuos con intereses particulares viran su cara a hechos,
declaraciones y documentos como este del médico Biscet, los ignoran, los
omiten, bloquean su publicación, y si es necesario tratan de
descalificar a sus autores por todo medio posible, con cualquier
infundio. Este modo de operar explica porque en 1995 muchos ignoraron
las pruebas que tenía el Partido Pro Derechos Humanos de Cuba (PPDHC)
según las cuales Odilia Collazo Valdés, su esposo Roberto Martínez, su
hija Cecilia Arza Collazo, Horacio Casanova y otros supuestos activistas
eran oficiales o colaboradores de la contrainteligencia del PCC.
Mientras nadie los escuchaba, en emisoras de radio de Miami grupos de
exiliados llamaban a la agente castrista Odilia Collazo “la nueva
Mariana Grajales”, reenviaban sus informes desinformadores a
organizaciones internacionales de derechos humanos y le suministraban
grandes sumas de dinero para promover la democracia en Cuba. ¡Qué
vergüenza para esos estrategas de café con leche cuando en 2003 Odilia
Collazo y los demás infiltrados de la contrainteligencia revelaron sus
verdaderas identidades declarando falsedades contra 75 activistas para
que tribunales del PCC los condenaran a prisión! Sin embargo los que
promovieron a esos agentes comunistas no han tenido la mínima decencia
de admitir públicamente su error. Por el contrario siguen ocultando el
hecho de que se denunció esa infiltración desde abril de 1995 de la
misma forma que se denunció a Néstor Baguer desde 1997, entre otros
casos.
Pero este flagelo no es exclusivo de los cubanos desterrados. Por
ejemplo, en 1995 el Ejecutivo Nacional del PPDHC se reunió con Héctor
Palacio Ruiz y le reveló como Odilia Collazo Valdés había tratado de
destruir desde dentro esa organización opositora, pero Palacio le
propició a Collazo que suscribiera y entrará a formar parte del Concilio
Cubano a nombre del PPDHC que ella no representaba pues como se demostró
públicamente en 2003 el verdadero, único y vigente es el Partido Pro
Derechos Humanos de Cuba afiliado a la Fundación Andrei Sajarov. La
acción de Palacio Ruiz causó la entrada de una organización espuria,
controlada por la contrainteligencia, en el movimiento unitario Concilio
Cubano.
Muchas informaciones útiles están en poder de decenas de activistas que
han llegado al destierro pero, paradójicamente, pocas organizaciones del
exilio parecen interesadas en las mismas. Tampoco tienen interés en
ellas los departamentos oficiales que suministran los fondos (grants).
Este aspecto pone en duda la capacidad de ambas partes para adoptar
decisiones inteligentes al no tener la debida información sobre la
realidad cubana, explica porque no hay avances significativos en cuanto
a promover la democracia en nuestra Patria, también revela la ausencia
de coordinación y la desunión imperantes tanto dentro como fuera de
Cuba.
No obstante mientras muchos medios de prensa reproducen la declaración
increíble de Héctor Palacio Ruiz según la cual “La oposición cubana no
está dispersa” (ver enlace 2), la mayoría de esos medios no sabe
descifrar la revelación del Dr. Biscet cuando dice: “No debemos
cometer los mismos errores. Tenemos que convertirnos en dueños de
nuestro destino.
Desde mi celda hago un llamado a la unidad de todos mis compatriotas.
Existe un único camino ante nosotros. Un camino que nos une y que
incluye a todos los cubanos de dentro y de fuera de la Isla. Un camino
que reclama los derechos de todos en su totalidad. Un camino que exige
la plena democracia y la libertad incondicional del pueblo cubano bajo
un sistema de gobierno pluripartidista. Un camino en el que se
restablezca el estado de derecho y en el que se garantice la igualdad
ante la ley ... A los líderes de las naciones democráticas del mundo, al
pueblo estadounidense y, muy especialmente a su Presidente, solicitamos
un único compromiso, y es el de que no apoyen o promuevan ninguna
solución o arreglo respecto al futuro de la nación cubana que no estimen
aceptable para la suya.
Biscet, hermanos opositores, es duro lo que les diremos pero sentimos
que es nuestro deber: Muchos hablan de ustedes, los invocan en actos de
diversa índole, pero contradictoriamente evaden los llamados a la unidad
y a la conquista de los derechos plenos por métodos de lucha confirmados
por la ciencia de la Historia. El reciclaje de los comunistas avanza
porque dispone de muchos recursos mientras la oposición dentro de Cuba
no tiene ninguno. Los gobiernos democráticos prefieren los proyectos
disidentes así como el borrón y cuenta nueva porque imperan los
intereses comerciales y diplomáticos con el régimen opresor. Pocos de
ellos piden justicia para las víctimas y muchos abogan por soluciones al
estilo soviético las cuales no son soluciones. Ninguno de esos gobiernos
que dicen ser nuestros aliados rompe relaciones con el Estado comunista
que nos oprime. Poco podemos hacer desde el destierro pero no obstante,
como hacen ustedes desde la Patria oprimida, seguiremos convocando a
la unidad necesaria para echar al opresor del poder que usurpa y
seguiremos señalando que la justicia debe ser la base sobre la cual se
erijan los
once
pilares de la democracia en Cuba.
¡Cientos de nosotros estamos firmes contra el reciclaje de los
criminales comunistas, nos preparamos, y aguardamos el momento de actuar
efectivamente por los métodos de lucha confirmados por la Historia!
Lázaro González Valdés
Expreso de conciencia
Director General de
SOS
Justicia
Ing. César Alarcón
Doctor Honoris Causa
Presidente del MCUD
Enlaces Relacionados:
1-
http://www.libertaddigital.com/index.php?action=desaopi&cpn=15489
2-
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/noticias/opositores-liberales-presentan-una-nueva-alianza/(gnews)/1189075980
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