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EEUU
propone en Miami un referéndum en Cuba
Carlos Gutiérrez, secretario de Comercio de Estados
Unidos, durante la Conferencia de las Américas que organiza The Miami
Herald en Miami.
Miami, 15 de septiembre, 2006. La administración republicana de George
W. Bush envió el viernes un fuerte mensaje sobre su visión en cuanto a
Cuba al decir que compete a los cubanos en la isla decidir su futuro, y
propuso la realización de un referendo interno por parte de la
Organización de Estados Americanos (OEA).
La idea provocó casi de inmediato una crítica poco usual de un
tradicional aliado de la administración en la Cámara de Representantes,
y fue lanzada horas antes de que el gobernante Raúl Castro hiciera en La
Habana un llamado a los países no alineados a unirse contra Estados
Unidos.
En dos discursos separados, pronunciados durante el último día de
sesiones de la Conferencia de las Américas organizada por The Miami
Herald, el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, y el subsecretario
de Estado para Latinoamérica, Thomas Shannon, enfatizaron que una
solución al futuro de la isla comunista debe partir del interior del
país por iniciativa de sus ciudadanos.
''Estamos dispuestos a ayudar al pueblo de Cuba pero sólo si lo quiere,
esto es sobre el pueblo de Cuba, pero también creemos que le compete al
pueblo cubano ser libre. Nosotros sólo queremos que le den una
oportunidad al pueblo para que decida'', dijo Gutiérrez, un empresario
cubanoamericano que además desempeña la vicepresidencia de la comisión
presidencial de ayuda a la transición cubana.
El secretario de Comercio dijo que Estados Unidos no negociará nunca con
Raúl Castro, quien sustituyó a su hermano Fidel al frente del gobierno
cubano a fines de julio, porque pese a todo, sigue el gobierno cubano
siendo una dictadura militar.
''No vamos a tratar con Raúl, quien simplemente es otro dictador
militar'', dijo. Por ello, ''¿por qué no preguntarle a la gente [si
quiere a Raúl]? Dejen que el pueblo cubano hable. Dejen que el pueblo
cubano determine su propio destino'', manifestó el alto funcionario,
cuyas palabras --según dijeron a El Nuevo Herald personas de su
entorno-- fueron refrendadas por la Casa Blanca y la secretaria de
Estado, Condoleezza Rice.
Gutiérrez comparó la realización de ese referendo con el que tuvo lugar
hace 20 años en Chile, que apartó al ex dictador Augusto Pinochet de la
riendas del poder.
''Hace dos décadas, Chile también tenía una dictadura y tomaron una
decisión de celebrar un referendo para preguntarle al pueblo qué quería.
Le preguntaron un simple ''sí o no''a la dictadura, y el pueblo dijo
¡no!, y Chile hizo una transición muy exitosa a la libertad y la
democracia'', enfatizó.
Más tarde, ante un grupo de asistentes al almuerzo de la conferencia, el
subsecretario Shannon no mencionó la realización de un referendo, pero
subrayó que la solución de la problemática cubana ''no viene de fuera
sino de adentro''.
''Las soluciones no pueden venir de afuera. El problema central es entre
el régimen y la gente de Cuba. Durante una transición democrática habrá
que reconocer los derechos individuales [de los ciudadanos cubanos], lo
cual tendría un profundo impacto en Cuba y en la región'', acotó Shannon.
Es poco probable que el gobierno cubano responda a esta iniciativa
estadounidense, pero por lo pronto Raúl Castro dijo en la capital cubana
ayer por la tarde, a un grupo de presidentes y altos funcionarios de
países africanos, asiáticos, americanos y europeos reunidos en el marco
del movimiento de países no alineados, que la entidad debe ''cerrar
filas contra la única superpotencia global''.
''¡Unámonos todos estrechamente, concertemos las crecientes fuerzas de
nuestro vigoroso movimiento en las Naciones Unidas y en todos los foros
internacionales para exigir justicia económica para nuestros pueblos,
para que cese el dominio sobre nuestros recursos y el robo de nuestro
sudor!'', dijo el general Castro.
Pero la propuesta estadounidense provocó, al instante, un rechazo firme
en las filas republicanas. Para el congresista cubanoamericano Lincoln
Díaz-Balart, un tradicional aliado de la administración Bush, Gutiérrez
anda ''confundiendo'' a los exiliados.
''Las leyes y la política de Estados Unidos con respecto a Cuba
claramente establecen que no habrá una normalización de relaciones, o un
debilitamiento de las sanciones contra el régimen cubano, hasta que
todos los presos políticos sean liberados, todos los partidos políticos
sean legalizados, y que una transición democrática que conlleve a
elecciones libres y pluripartidistas, esté claramente encaminada en
Cuba'', dijo el congresista.
Díaz-Balart recordó que Bush ha reiterado esa política en varias
ocasiones, y que pedir un referendo para Cuba asociado con la OEA fue
''lamentable e inapropiado''.
''Todos celebramos el referéndum que se llevó a cabo en Chile en 1988,
pero también es bien conocido que Hugo Chávez llevó a cabo un referéndum
fraudulento en agosto de 2004 con el visto bueno de la OEA'', y es más,
''la declaración de hoy del secretario Gutiérrez disminuyó la necesaria
claridad con la que la política de Estados Unidos hacia Cuba tiene que
ser transmitida'', añadió.
Fuente: El Nuevo Herald
15 de septiembre 2006
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