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EE.UU. responde al hostigamiento de Cuba.
Pablo Alfonso
Estados Unidos no se dejará intimidar por las medidas de hostigamiento
que el gobierno cubano está utilizando contra la Sección de Intereses
norteamericana en La Habana, declaró ayer en Washington Sean McCormack,
portavoz del Departamento de Estado.
''La Sección de Intereses de Estados Unidos es el único edificio en el
barrio sin electricidad. Me pregunto cómo sucedió eso'', dijo McCormack.
''Las tácticas intimidatorias del régimen de Castro no funcionarán'',
subrayó.
Por su parte la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana
anunció ayer que, a pesar del hostigamiento del gobierno cubano, el
trabajo en esa dependencia diplomática "no se ha interrumpido,
incluyendo las entrevistas a los candidatos a visas y asilo político, y
el servicio directo de asistencia informativa pública al pueblo
cubano''.
''En lo que concierne al tratamiento del material clasificado, la
Sección de Intereses sigue los procedimientos normales'', afirmó una
nota de prensa firmada por Drew G. Blakeney, vocero de esa dependencia.
Desde hace más de una semana fue interrumpido el servicio eléctrico a la
Sección, que ha estado operando desde entonces con generadores, mientras
que el servicio de agua potable al edificio anexo, donde se tramitan las
solicitudes de visa para los refugiados se mantiene de forma irregular.
''El pueblo cubano, especialmente los activistas a favor de los derechos
humanos y la democracia, continúan sufriendo un mayor y más severo
hostigamiento diario que la Sección de Intereses de los Estados Unidos
en La Habana'', señaló el comunicado. ''El incremento por parte del
régimen de tácticas abusivas para tratar con la Sección de Intereses y
el pueblo de Cuba no es sorpresa para nadie: desde hace tiempo busca
aislar y hostigar a la Sección de Intereses'', agregó.
Como informó El Nuevo Herald el lunes, Blakeney dijo que ''el último
ejemplo de hostigamiento'' a la Sección de Intereses incluye, ``negarle
el permiso para importar vehículos; impedirle contratar personal cubano
para las labores de mantenimiento, construcción u otra especialidad;
introducirse en las casas de sus diplomáticos; y no otorgar la mayoría
de las visas solicitadas oficialmente por el gobierno de los Estados
Unidos para el personal diplomático asignado a esta misión
diplomática''.
El Departamento de Estado ha enviado notas a su contraparte cubana sobre
el asunto pero aún no ha tenido respuesta. También ha planteado el
problema a la embajada de Suiza en La Habana, que representa los
intereses estadounidenses en la isla.
Al comentar sobre las razones que han motivado al gobierno cubano para
poner en práctica esas medidas, McCormack dijo que ``probablemente tenga
que ver con algunas de las actividades de la Sección de Intereses en
términos de tratar de suministrar información básica y hechos a los
cubanos''.
''Eso, por supuesto, no es algo que agrade al régimen de Castro'',
subrayó.
Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, opinó que la reacción del
gobierno cubano podría ser ``un anticipo a las nuevas medidas que
estudia poner en práctica''.
``Sin embargo me inclino a pensar que es una rabieta de Castro por el
medio millón de llamadas desde el exterior que hicieron colapsar el
servicio telefónico de la Sección, solicitando visas para familiares en
Cuba''.
Para el congresista republicano por la Florida, Lincoln Díaz-Balart, el
asedio a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, ``es
típico de un régimen que realmente es sólo un grupo de gánsteres
dirigido por un gánster en jefe''.
La nota de prensa difundida en La Habana por Blakeney precisó que el
suministro de electricidad al edificio principal de la Sección de
Intereses fue cortado el lunes 5 de junio, aproximadamente a las tres de
la madrugada. Del 22 de febrero al 26 de marzo de 2006, también se le
suprimió al edificio principal el suministro de agua, mientras que el
edificio anexo lo ha visto literalmente a cuenta gotas, durante la mayor
parte del año, aunque el flujo ha aumentado recientemente.
'Este suministro de agua continúa siendo caprichoso. La semana pasada,
su flujo hacia el edificio principal se vio interrumpido de nuevo
durante tres días', indicó la nota.
Fuente: El Nuevo Herald
Junio 13, 2006
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