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Sector disidente de tendencia socialista advierte de peligro de
explosión social en Cuba.
La Habana, Julio 19, 2005 .- El Arco Progresista, una agrupación de
organizaciones disidentes de tendencia de izquierda y socialistas,
advirtió este lunes que la sociedad cubana se acerca a un ''punto de no
retorno hacia la explosión social'', por lo que llamó a la cordura y a
una ''solución nacional''.
''La sociedad bulle porque los cubanos están demandando cambios'', dijo
una declaración firmada por el portavoz Manuel Cuesta Morúa, en
referencia a las protestas ocurridas la pasada semana en varios puntos
de la capital, que dejaron un saldo de al menos 10 detenidos según una
comisión de derechos humanos, informó AFP.
Esos acontecimientos ''demuestran sin embargo que se acerca un punto
límite, un punto de no retorno hacia la explosión social porque el
gobierno es insensible ante las necesidades de una sociedad precarizada
y sordo a las crecientes demandas de democratización''.
Añadió que ''no exageramos los peligros. La respuesta de las autoridades
cubanas al descontento ha sido destacar brigadas de respuesta rápida
para enfrentar con represión y violencia callejera un asunto que
requiere soluciones políticas'', en referencia a los choques entre
partidarios y opositores a Fidel Castro.
''Cuba va mal. Cuba está molesta'', dicen los opositores en
contraposición a una pancarta muy frecuente en La Habana, en la que
aparece la frase de Castro ''vamos bien''.
Para esa oposición, el malestar se debe a ''los cortes de electricidad,
la mala calidad de los servicios, los magros aumentos salariales, la
ofensiva contra los cuentapropistas''.
También influyen ''el constante envío de médicos (...) a Venezuela y
otros países y el desasosiego que suponen unos proyectos de vida que no
se realizan -en medio de promesas miscelánicas y discursos de triunfos
indemostrables-''.
Señaló que a esas adversidades se unen los daños del reciente huracán
Dennis, que dejó 16 muertos y 1.400 millones de dólares en pérdidas,
entre ellos perjuicios a 120.000 viviendas.
Castro rechazó cualquier posible ayuda por el huracán proveniente de
Estados Unidos o la Unión Europea, a lo que el Arco Progresista señaló
que ''la racionalidad política y el sentido común aconsejaban declarar
las regiones afectadas zona de desastre y solicitar ayuda internacional''.
''Las autoridades de la isla vuelven a banalizar este asunto,
desatendiéndose una vez más de las miles de familias que ya no contarán
con una casa mínimamente modesta en un tiempo previsible, a menos que
todas las energías del país se vuelquen a solucionar este problema'',
agregaron.
En opinión de los disidentes ''lo que necesitamos los cubanos, algo que
nunca hemos tenido, es un gobierno eficaz que mire de frente a nuestros
problemas y comience a buscarles solución aplicando las recetas
apropiadas a la situación de crisis nacional que atravesamos''.
Fuente: La Nueva
Cuba
Julio 19, 2005
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