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Comienza el juicio por
entrada en sede mexicana.
Agence France Presse
La Habana
Tres años después de penetrar por la fuerza en la embajada mexicana
con el objetivo de emigrar, 23 cubanos comparecieron ayer ante un
tribunal de La Habana para enfrentar solicitudes fiscales de entre
cinco y 12 años de cárcel.
Los acusados comparecen ante la sala de lo penal del tribunal
Provincial de La Habana, que desarrolla el proceso, sin acceso a la
prensa, en el local del tribunal municipal de 10 de Octubre, y según
familiares de los acusados, puede durar tres días, pues declararán
unos 25 testigos.
Desde horas tempranas, policías de civil fueron apostados en las
esquinas del juzgado, pero el traslado de los detenidos y el ingreso
de los familiares, se realizó sin incidentes, constató la AFP en el
lugar.
La fiscal Edelmira Pedris Yumar solicitó inicialmente 12 años de
prisión para 12 de los acusados; 10 años para otros seis y cinco
años para los restantes, indicó la ilegal Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), que preside el
disidente Elizardo Sánchez Santa Cruz.
El 27 de febrero de 2002, 18 de esas personas se apropiaron de un
ómnibus de transporte local y lo proyectaron contra la verja de
hierro de la sede diplomática, penetrando abruptamente en los
jardines de la embajada, solicitando refugio.
Otros tres penetraron el local a través de la vecina Nunciatura
Apostólica, saltando el muro que separa las dos sedes; y dos desde
la calle, aprovechando la confusión.
Después de dos días de negociaciones entre los gobiernos de Cuba y
México, las fuerzas policiales cubanas desalojaron la sede el 1 de
marzo de ese año, en un rápido operativo de seis minutos, con
autorización mexicana, y en el cual se detuvo a los refugiados.
Autoridades mexicanas aseguraron entonces que no presentarán
querellas contra los jóvenes. Sin embargo, el grupo deberá responder
por el secuestro del vehículo y el empleo de la violencia para
forzar su ingreso a una embajada extranjera.
Los periodistas presentes a la entrada del juzgado no vieron
diplomáticos mexicanos entre las personas que entraron al tribunal.
Nancy Pérez, esposa de Ramón Enrique Sosa Méndez, uno de los
acusados, dijo a los periodistas que ''hasta ahora (su cónyuge) ha
estado bien, no ha tenido ningún problema'' y espera que el juicio "termine
bien''.
Interrogada sobre la petición fiscal, Pérez dijo que ''realmente no
estoy de acuerdo'', en lo que coincidió con Humberto Pérez, padre de
Henrry Pérez, quien opinó que 12 años "es demasiado para lo que
ellos hicieron''.
Fuente:
El Nuevo
Herald
Enero 13, 2005
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