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La Habana normaliza lazos con la Unión
Europea.
En un intento de reforzar la posición de quienes
pugnan en el Viejo Continente por reducir las sanciones contra la
dictadura y de aislar a quienes quieren mantenerlas, Pérez Roque anució
la normalización de relaciones con algunos países de la la UE.
La dictadura cubana anunció el lunes la normalización de relaciones
diplomáticas con ocho países de la Unión Europea (UE), en un intento de
reforzar la posición de quienes pugnan en el Viejo Continente por
reducir las sanciones contra La Habana y de aislar a quienes quieren
mantenerlas, estimaron diplomáticos y analistas.
Metiendo una cuña en la unidad europea, el canciller cubano Felipe Pérez
Roque anunció el lunes a la prensa que La Habana restableció el contacto
oficial con "un grupo de países" de la UE, entre ellos Francia, Gran
Bretaña, Alemania, Italia, Austria, Grecia, Portugal y Suecia, luego de
haberlo hecho con España en noviembre.
El canciller dijo que la "normalización" diplomática con esos países se
debía a la "decisión tomada" en Bruselas por un comité asesor de la UE,
que dispuso no invitar más a "los mercenarios pagados y dirigidos por
Estados Unidos", según sus propias palabras, a las recepciones en sus
embajadas en Cuba.
La diplomacia cubana apartó a los "duros" en el seno de la UE (Holanda,
Polonia y República Checa), quienes se negaron a flexibilizar las
sanciones impuestas luego de la represión de abril de 2003, en la que 75
disidentes fueron condenados a largas penas.
"Todo el mundo se encuentra un poco confundido" ante la división que se
ha generado, confió una fuente diplomática europea.
Alentado por España, Castro liberó en noviembre y diciembre a otros seis
disidentes, entre ellos el periodista y poeta Raul Rivero.
De los 75 opositores condenados el año pasado, 61 todavía permanecen
encarcelados, de un total de 300 presos políticos.
Washington reaccionó enérgicamente a la postura de Madrid, considerando,
a comienzos de diciembre, que "hacer concesiones a un régimen de esta
naturaleza es realmente una política ambigua".
Según Roger Noriega, jefe de la diplomacia estadounidense para América
Latina, Pérez Roque habría declarado recientemente que "España se
arrastraráde rodillas ante La Habana".
El 30 de enero, los ministros de Relaciones Exteriores europeos deberán
resolver la reducción de las sanciones solicitada por Madrid, ya que
juzga como"ineficaces" las medidas decretadas por la UE y promueve la
reanudación del diálogo con el régimen de Castro.
La UE deberá también decidir si "intensificará los contactos con la
disidencia" por otras vías que no sean las invitaciones a recepciones
oficiales, según la recomendación de expertos. De fuentes diplomáticas
europeas, se puede prever que la reunión de la UE afines de enero será
difícil. La Haya, Varsovia y Praga apoyan una relación con Cuba más "estadounidense",
hostil a toda concesión al régimen castrista.
"Ellos (los cubanos) salvaron las apariencias, nosotros
también",consideró un diplomático europeo, que estima que la
flexibilización "no significa el abandono del tema de los derechos
humanos", que será por el contrario regularmente puesto sobre el tapete
ante las autoridades cubanas.
La invitación a los disidentes a las embajadas al mismo tiempo que a las
autoridades cubanas generaron malestar en el gobierno. La Habana replicó
por el boicot a los europeos en estas recepciones y al "congelamiento"
de los diplomáticos europeos, quienes se encontraban privados de todo
contacto oficial.
Bélgica y Hungría, al no organizar fiestas nacionales, se evitaron estas
medidas y mantuvieron los contactos oficiales. Sólo 14 de los 25 países
miembro de la Unión Europea están representados en La Habana.
Fuente: La Nueva
Cuba
Enero 04, 2005
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