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Bush
recibe a Aznar en la Casa Blanca, mientras Zapatero espera turno
telefónico.
Ángel Collado/ Madrid
El ex presidente del Gobierno, que eludió los problemas en las
relaciones bilaterales provocados por Zapatero, informó a Rajoy del
contenido de la conversación .
El presidente de los Estados Unidos de América, George Bush, recibió
ayer por la mañana en el despacho oval de la Casa Blanca, y en audiencia
privada que duró 40 minutos, al ex jefe del Ejecutivo español José María
Aznar, que se encuentra en Washington para dar un curso en la
Universidad de Georgetown.
Aznar se convierte así en el primer dirigente político europeo -en su
caso ex- en poder felicitar personalmente a Bush por su victoria en las
elecciones presidenciales, mientras que el actual jefe del Ejecutivo
español, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue a la espera de que la Casa
Blanca responda a su llamada telefónica de hace una semana. El
presidente norteamericano sí ha hablado con los principales mandatarios
europeos, ayer mismo con Jacques Chirac, y esta misma semana recibirá en
la capital federal a Tony Blair.
La deferencia de Bush hacia Aznar, una nueva muestra de la amistad
personal entre ambos que también deja en evidencia a Zapatero, sirvió,
felicitaciones aparte, para que ambos políticos intercambiaran
impresiones sobre los cambios que traerán a la política internacional
las elecciones norteamericanas y su influencia en la pugna ideológica
entre la socialdemocracia y los valores que representa el centro derecha
a ambos lados del Atlántico.
Con Gil-Casares y Bardají
El ex presidente del Gobierno acudió a la Casa Blanca a las diez de la
mañana hora local, seis horas más en España, acompañado por el
diplomático y ex secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ramón Gil-
Casares, y por Rafael Bardají, fundador del Instituto de Estudios
Estratégicos y responsable de relaciones internacionales de FAES, la
fundación que encabeza el propio José María Aznar.
En medios próximos al ex jefe del Ejecutivo aseguraron que la entrevista
se concertó por iniciativa de la Casa Blanca, aprovechando que Aznar
está desde el pasado domingo en Washington, donde hoy seguirá con sus
lecciones. Pero en la dirección del PP daban por hecho desde la victoria
electoral de Bush que Aznar había conversado por teléfono con el
mandatario estadounidense para felicitarle y que de aquella llamada
debió salió la cita para verse cuando éste volviera a Estados Unidos.
Según insistieron en fuentes del entorno del presidente de honor del PP,
la entrevista se centró en las citadas cuestiones ideológicas y de
política general, sin que se tocaran cuestiones concretas de las
relaciones bilaterales de la Administración norteamericana con el
Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. Aznar informó primero de la cita y
después del contenido de la conversación a su sucesor en la presidencia
del Partido Popular, Mariano Rajoy, y al secretario general, Ángel
Acebes, pero no al Gobierno.
Desprecio de Zapatero
Rodríguez Zapatero había hecho público desprecio el pasado viernes de
las gestiones que pudiera hacer el ex presidente ante Bush para
reconducir las relaciones entre ambos Gobiernos. «No voy a procurar
ninguna molestia al ex presidente ni hacer que trabaje en ninguna
dirección», comentó el dirigente socialista desde Bruselas donde asistía
a la reunión del Consejo Europeo.
En los citados medios cercanos a Aznar recordaron que difícilmente podía
el ex presidente intentar tender puentes en una visita privada dada la
actitud de su sucesor. Mariano Rajoy también se había ofrecido a ayudar
en lo posible al restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, que
atraviesan su peor momento de los últimos años.
Desde que en 1986 Felipe González se convirtió al atlantismo y en el más
firme socio de los Estados Unidos en Europa después de Gran Bretaña, el
trato del Gobierno español con la primera potencia mundial, primero con
el PSOE y después con el PP, tanto con presidentes republicanos como
demócratas, siempre había sido de perfectos aliados.
Pese a ello, Bush y Aznar se limitaron al análisis estratégico e
ideológico de las consecuencias de la reelección del primero, siempre
según las citadas fuentes de la parte española. El ex dirigente del PP,
que ya plasmó sus ideas al respecto, en un artículo publicado en «The
Wall Street Journal» bajo el título «El triunfo de la esperanza» -cuyo
contenido Bush agradeció en la entrevista-, considera que el éxito de
Bush demuestra que no hay porqué aceptar las premisas de la
socialdemocracia y que ahora hay posibilidades para que cuajen en todo
el mundo occidental los valores y principios del centro derecha. Esa es
precisamente la misión que se ha fijado Aznar desde FAES después de
dejar el poder, asunto del que informó al presidente estadounidense.
Política de bandazos
Desde el PP, su portavoz parlamentario de Exteriores, Gustavo de
Arístegui, aprovechó la entrevista de Aznar para instar a Zapatero a que
reflexione sobre sus «bandazos» en política exterior y su actitud en las
relaciones con Estados Unidos. «Si uno no quiere tener un problema, no
tiene por qué crearlo», comentó sobre el antiamericanismo del jefe del
Ejecutivo, sus desplantes a Bush y la apuesta por el candidato derrotado,
el demócrata John Kerry.
Noviembre 10, 2004
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