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Castro suprime el dólar.
Por Pablo Alfonso
El Nuevo Herald
En una medida que los expertos consideran como un intento desesperado
del régimen castrista por obtener divisas de inmediato, el gobernante
Fidel Castro anunció ayer que a partir del 8 de noviembre queda
prohibida la circulación del dólar en Cuba, el cuál será sustituido por
el peso cubano convertible que sólo vale en la isla.
Aunque la tenencia de la divisa norteamericana ''o cualquier otra moneda
convertible en cualquier cantidad'' no será penalizada como en el pasado,
el dólar estadounidense ''no será aceptado en comercios en divisas'' que
sólo aceptarán los llamados pesos cubanos convertibles, que tienen el
mismo valor que la moneda de Estados Unidos.
Los cubanos que tengan dólares en su poder tienen hasta el 8 de
noviembre para cambiarlos por pesos convertibles. A partir de esa fecha
el cambio será gravado en un 10 por ciento.
Castro dijo que ese mismo gravámen será aplicado a las remesas
familiares que se envíen desde el extranjero a la isla en dólares y
sugirió que en el futuro, los cubanos residentes en el exterior lo hagan
en euros, dólares canadienses, francos suizos, o libras esterlinas,
divisas que no estarán sujetas a ese descuento del 10 por ciento.
El descuento supone que si, por ejemplo, un cubano envía $300 a su
familiar en Cuba, éste recibirá sólo 270 pesos convertibles.
En su primera aparición pública luego de su caída y fractura de la
rodilla, Castro se presentó en el programa Mesa Redonda Informativa, que
se transmite diariamente por la radio y la televisión, luciendo su brazo
derecho en cabestrillo y sentado tras un escritorio que ocultaba sus
piernas.
La medida, afirmó Castro, responde al endurecimiento de la política del
gobierno de George W. Bush hacia Cuba y a sus presiones sobre bancos
extranjeros para impedir que Cuba pueda depositar en el exterior los
dólares recaudados en la isla.
''Es importante denunciar las acciones pandillescas del imperio'', dijo
Castro, a través de un mensaje leído por Carlos Valenciaga, miembro del
Consejo de Estado.
Sin embargo, las razones esgrimidas por el gobernante no estaban del
todo claras para algunos expertos en cuestiones cubanas, por cuanto,
según dijeron, el gobierno de Cuba seguirá recibiendo dólares
estadounidenses, provenientes del turismo internacional y de las remesas
familiares.
''La explicación que han dado no está muy clara todavía'', afirmó el
economista Carmelo Mesa-Lago, profesor Emérito de Economía de la
Universidad de Pittsburgh y autor de numerosos libros sobre Cuba. ''De
momento esto sugiere que están absolutamente desesperados por conseguir
dólares, que podrán conseguir en corto plazo, pero que a largo plazo
creará problemas mayores'', añadió.
Mesa-Lago indicó que uno de los efectos negativos de la medida podría
ser el aumento del mercado negro en dólares estadounidenses, que los
residentes en la isla tratarán de mantener para adquirir bienes y
servicios en ese mercado.
''Podríamos ver también una disminución notable del envío de remesas
familiares a Cuba desde Estados Unidos'', dijo Mesa, quien explicó que
habría que conocer mayores detalles sobre la moneda que tendrán que usar
los turistas extranjeros provenientes de áreas diferentes del euro o la
libra esterlina.
''Es un descuento muy alto ese 10 por ciento, a la moneda norteamericana
que usan muchos turistas de Latinoamérica y otras regiones'', dijo Mesa-Lago.
``Podría afectarse también el turismo''.
Por su parte, el analista político Ernesto Betancourt sostuvo que la
medida ``tendrá un efecto inmediato en las remesas familiares que van a
disminuir desde Estados Unidos''.
''Esta decisión desesperada de Castro, demuestra que las últimas medidas
adoptadas por la administración Bush están teniendo efecto en el régimen'',
subrayó Betancourt.
Fuente: El Nuevo Herald
Octubre 26, 2004
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