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Posted on Thu, Sep. 16, 2004
Profundizan investigación de $3,900 millones de Cuba.
Gerardo Reyes
El Nuevo Herald
Una investigación del Departamento del Tesoro para establecer cómo
ingresaron unos $3,900 millones del gobierno de Cuba al sistema bancario
internacional valiéndose de la Reserva Federal, podría culminar con la
formulación de cargos criminales, informó ayer la representante Ileana
Ros-Lehtinen.
La congresista conoció nuevos detalles del avance de la investigación
durante una reunión que sostuvo ayer con Richard Newcomb, el saliente
director de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), del
Departamento del Tesoro.
''Esto pica y se extiende'', comentó a El Nuevo Herald la congresista.
''Hay por lo menos tres personas que tuvieron que ver con esta
manipulación de fondos y se está mirando a otros bancos'', agregó.
A la pregunta de si se ha creado un gran jurado federal para escuchar
testimonios sobre el caso, la representante dijo que prefería no hacer
comentarios.
''A las personas que manipulaban esos récords, posiblemente se les
pongan cargos criminales'', agregó.
En mayo de este año, la Unión de Bancos Suizos (UBS) admitió una multa
de $100 millones del gobierno de Estados Unidos por permitir que países
como Cuba, Irak, Libia y Yugoslavia, utilizaran un programa
internacional de la Reserva Federal para la sustitución de billetes de
dólares en mal estado.
En lo que se considera la violación más alta y bochornosa en la historia
de 42 años del embargo de Estados Unidos a Cuba, el gobierno de la isla,
valiéndose del programa, ''coló'' dentro del sistema bancario $3,900
millones.
Cuba logró un privilegio adicional del UBS: que en lugar de billetes
nuevos, las cantidades que entregó a la Reserva Federal en moneda
deteriorada se las acreditaran en bancos de varias partes del mundo.
Bendecidas por la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos, las
divisas de Cuba quedaron así inmunes al asedio del embargo.
Ros-Lehtinen explicó que a raíz del fiasco, el Departamento del Tesoro
está revisando los contratos que ha suscrito con un grupo de bancos
internacionales que participan en el programa para dejar consagrada una
cláusula que establece expresamente la prohibición de aceptar como
beneficiarios a los países bajo embargo.
''Lo importante es que esto no se quedó en una sanción en dinero sino
que se abrió una investigación que parece muy seria'', agregó.
Fuente: El Nuevo Herald
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