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Bush acusa
a Castro de fomentar el turismo sexual
Miami, Fl / 17 de Julio 2004. El presidente George W. Bush acusó ayer a
Fidel Castro en esta ciudad floridana de explotar a los niños de Cuba al
alentar el turismo sexual para atraer divisas a la isla y de contribuir
al problema mundial del tráfico de personas.
''Tenemos un problema a menos de 90 millas de nuestras costas'', dijo
Bush. "El régimen de Fidel Castro ha convertido a Cuba en el puerto
principal del turismo sexual''.
Citó un estudio según el cual Cuba ``ha reemplazado al sudeste de Asia
como sitio para los viajes de los pederastas y turistas que buscan sexo''.
''Cuando se aflojaron las restricciones para los viajes a Cuba en los
años 90, el estudio encontró que el flujo de turistas estadounidenses y
cubanos había contribuido a un agudo incremento de la prostitución
infantil en Cuba'', agregó.
''El régimen de La Habana, que ya es uno de los peores violadores de
Derechos Humanos en el mundo, sigue acumulando delitos'', indicó.
''Mi Gobierno trabaja para una solución completa de este problema: la
transición rápida y pacífica a la democracia en Cuba'', dijo Bush.
''Hemos puesto en marcha una estrategia para acercar el día en que
ningún niño o niña cubana sea explotado para financiar una revolución
fracasada y todos los cubanos vivan en libertad'', añadió.
Explicó que han ``dado pasos para impedir que los turistas
estadounidenses participen en el abuso sexual de menores en Cuba o en
cualquier otra parte del mundo''.
Cuba es uno de los 10 países citados por el Departamento de Estado en un
informe divulgado en junio, en el que se señala a los gobiernos que
toleran el tráfico humano o fallan en luchar contra este delito.
Sin embargo, el gobierno de Castro niega rotundamente que tolere el
turismo sexual.
En un documental filmado el año pasado por el realizador norteamericano
Oliver Stone, Castro se jactó de que las prostitutas cubanas tenían
educación universitaria.
Bush señaló que este comentario evidencia que el gobierno cubano está
favoreciendo el turismo sexual.
Estas acusaciones de Bush contra el gobierno cubano se suman a un
endurecimiento de la política de Washington contra Cuba, que
recientemente puso en vigor una serie de medidas para reforzar el
embargo que mantiene desde hace más de cuatro décadas sobre la isla.
Esta política más dura parece haber dividido a la comunidad cubana de
Florida, donde algunos apoyan un endurecimiento contra Castro, pero
otros se oponen a las restricciones de viajes y a los envíos de remesas
a la isla.
Los votos de la comunidad cubana fueron decisivos para la victoria en el
2000 de Bush, quien ahora busca una reelección y está tratando de
conquistar el mayor número posible de votantes entre los alrededor de
800,000 cubanoamericanos, en su mayoría anticastristas, que viven en
Florida.
En compañía de su hermano, Jeb Bush, el gobernador del estado de
Florida, el Presidente acudió a un restaurante cubano: Tropicana.
El Presidente habló en el curso de su campaña electoral y durante la
visita a la Florida, un estado del cual su hermano Jeb es gobernador, y
en el que el voto de los exiliados cubanos puede resultar crucial para
los comicios presidenciales del próximo 2 de noviembre.
Bush dijo que ``la vida humana es el don de nuestro creador y jamás
debería estar a la venta''.
''Se requiere una clase especial de depravación para explotar y herir a
los miembros más vulnerables de la sociedad'', señaló el Presidente.
''Los traficantes de personas roban a los niños su inocencia, los
exponen a lo peor de la vida antes de que hayan visto mucho de la vida.
Los traficantes separan a las familias, y tratan a sus víctimas como
bienes para la venta al mejor postor'', dijo.
El Presidente señaló informes según los cuales entre 600,000 y 800,000
personas cada año cruzan fronteras internacionales en el contrabando de
humanos.
Se cree que el 80 por ciento son mujeres y que el 70 por ciento de ellas
es forzado a la servidumbre sexual.
Desde que Bush llegó a la Casa Blanca, el gobierno norteamericano ha
aportado más de $295 millones para programas contra el contrabando
humano en más de 120 países, y desde el 2001 más de 110 personas han
sido procesadas en Estados Unidos por esos delitos.
''Estados Unidos no tolerará a los traficantes de esclavos que traen
mujeres y niños a nuestro país para que sean abusados'', afirmó el
Presidente. ``No toleraremos que haya ciudadanos estadounidenses que
abusan de menores inocentes en otros países''.
Fuente: El Nuevo Herald
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