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Documentos
Declaración de San José
San José de Costa Rica, 19 y 20 de noviembre de 2004
Los Jefes de Estado y
de Gobierno de los veintiún países iberoamericanos, reunidos en la XIV
Cumbre Iberoamericana, en San José, Costa Rica, los días 19 y 20 de
noviembre del año 2004, comprometidos con los principios y valores que
identifican a la comunidad iberoamericana, hemos acordado la siguiente
Declaración:
1.- Renovamos nuestro
compromiso de continuar fortaleciendo el mecanismo de la Cumbre
Iberoamericana, como foro de concertación política y de cooperación
económica y social, a través del diálogo y la solidaridad. En ese
contexto:
a) Nos
congratulamos por la creación de la Secretaría General Iberoamericana,
mediante el Convenio de Santa Cruz de la Sierra;
b)
Aprobamos el Estatuto de la Secretaría General Iberoamericana;
c)
Seguiremos promoviendo ante nuestras instancias nacionales competentes
el procedimiento de ratificación del Convenio de Santa Cruz de la Sierra
Constitutivo de la Secretaría General Iberoamericana con el objeto de
lograr su más pronta entrada en vigor;
d)
Saludamos la aplicación provisional del Convenio de Santa Cruz de la
Sierra por parte de aquellos países que así lo decidan, de acuerdo con
sus legislaciones nacionales.
e)
Habiendo examinado la cuestión de la designación del Secretario General
Iberoamericano, los Jefes de Estado y de Gobierno facultamos a nuestros
respectivos Ministros de Relaciones Exteriores para que en la Reunión
Plenaria de Ministros de Relaciones Exteriores a realizarse durante el
primer semestre del año 2005, en Portugal, siguiendo las instrucciones
que les hemos impartido y actuando en nuestra representación, procedan,
por consenso, a la designación del Secretario General Iberoamericano.
Asimismo, solicitamos a los Ministros de Relaciones Exteriores que en
dicha reunión, previas las consultas pertinentes, procedan de igual
forma a la designación del Secretario Adjunto y el Secretario para la
Cooperación.
f)
Encomendamos al Secretario General, que se designe, otorgar prioridad en
sus trabajos a todas aquellas cuestiones pendientes de definición,
particularmente las relativas a las propuestas de Reglamento de Personal
y de Reglamento Financiero a fin de garantizar el normal funcionamiento
de la Secretaría General Iberoamericana, cuando entre en vigor el
Convenio de Santa Cruz de la Sierra.
2.-
Tomamos nota con satisfacción de las Declaraciones y de los resultados
de las Reuniones Sectoriales Iberoamericanas, previas a la Cumbre de San
José, y valoramos la contribución de todas ellas al fortalecimiento de
los espacios iberoamericanos de diálogo y cooperación.
Asimismo, reconocemos la contribución de otras reuniones de asociaciones
profesionales iberoamericanas, congresos y seminarios.
3.-
Desde nuestra perspectiva del mundo, sobre la base de nuestra historia
común, acervo cultural e inspirados por los principios y valores que
conforman nuestra identidad, reiteramos que solamente el tratamiento
multilateral efectivo de los problemas y desafíos globales que
enfrentamos nos permitirá formular y ejecutar una agenda para la
promoción de la paz, la democracia y el desarrollo con inclusión social.
4.-
Reiteramos nuestra adhesión al Derecho Internacional, a los propósitos y
los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, el
respeto a la soberanía y la igualdad jurídica de los Estados, el
principio de no intervención, la prohibición de la amenaza o el uso de
la fuerza en las relaciones internacionales, el respeto a la integridad
territorial, la solución pacífica de las controversias y la protección y
promoción de todos los derechos humanos.
5.- Nos
comprometemos a fortalecer el multilateralismo a través de una reforma
amplia e integral de las Naciones Unidas, buscando la eficiencia,
transparencia, representatividad y democratización mediante el
perfeccionamiento y actualización del sistema de la ONU que otorgue a
sus distintos órganos, sus agencias y organizaciones, la capacidad para
cumplir con el papel que les corresponde en la prevención de amenazas,
la salvaguarda de la paz y la seguridad internacionales y la promoción
de la cooperación para el desarrollo económico y social.
6.- En
ese marco, reafirmamos también nuestra determinación de contribuir
decididamente a la plena consecución de las metas aprobadas en la
Declaración del Milenio, el Consenso de Monterrey sobre Financiación
para el Desarrollo y otras conferencias en la esfera económica y social,
convocadas por las Naciones Unidas, así como al logro de un sistema
multilateral de comercio con mayor equidad y al éxito de la Agenda de
Desarrollo de Doha.
7.-
Manifestamos nuestro respaldo a la “Declaración de Nueva York sobre la
Acción contra el Hambre y la Pobreza”, en la cual, se reitera nuestra
convicción de luchar contra la pobreza y la injusticia social en el
mundo, mediante nuevas iniciativas que hagan del desarrollo económico y
social una de las altas prioridades nacionales e internacionales.
8.-
Reiteramos nuestro enérgico rechazo a la aplicación unilateral y
extraterritorial de leyes y medidas contrarias al Derecho Internacional
como la Ley Helms-Burton, y exhortamos al Gobierno de los Estados Unidos
de América a que pongan fin a su aplicación.
Educar para Progresar
9.-
Acogemos con interés la Declaración adoptada por la
XIV Conferencia Iberoamericana de Educación,
realizada en San José, Costa Rica, los días 28 y 29 de octubre del año
2004 y expresamos la determinación de realizar todos los esfuerzos
necesarios para destinar mayores recursos a fin de cumplir los
compromisos asumidos y, en ese contexto, deseamos enfatizar los
siguientes aspectos:
10.-
Ratificamos que la educación es un derecho humano fundamental e
inalienable y tiene por objeto el pleno desarrollo de las personas y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
individuales y es instrumento fundamental para promover el desarrollo y
la equidad. Una educación democrática, accesible y de calidad es la base
fundamental para lograr un desarrollo sostenible, elevar la
productividad, aprovechar el avance científico y tecnológico, reforzar
las identidades culturales y consolidar los valores de convivencia
democrática, pacífica y solidaria para reducir la pobreza y la brecha
social.
11.-
Ello exige otorgar a la educación el carácter de política de Estado y
requiere de una visión multisectorial que permita ubicarla en el
contexto económico, político, social y cultural de cada país,
propiciando la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural. En
consecuencia, reafirmamos la responsabilidad del Estado en la
formulación y aplicación de políticas y programas educacionales.
12.-
Asimismo, reconocemos que la educación es una responsabilidad de todos,
por lo cual, es conveniente continuar los esfuerzos por lograr alianzas
entre el Estado, el magisterio y la sociedad civil para consolidar las
políticas de Estado que permitan mejorar la calidad de la educación.
13.-
Destacamos que la inversión en educación es prioritaria, además de
enormemente beneficiosa a medio y largo plazo, y nos comprometemos a
hacer esfuerzos para aumentar la inversión social y ampliar el
financiamiento de la educación, contemplando la obtención de nuevos
recursos y la reorientación de los existentes para garantizar una
educación de calidad, accesible, eficiente y socialmente equitativa.
14.-
Reiteramos la necesidad de asignar recursos adecuados a la educación
para la inclusión productiva y social de las personas pertenecientes a
grupos vulnerables, tales como, indígenas, migrantes y discapacitados y,
al mismo tiempo, contribuir a la erradicación del trabajo infantil.
15.- Nos
comprometemos a intensificar nuestros esfuerzos para garantizar la
equidad de género en el acceso a, y favorezcan la permanencia en la
educación y a formular estrategias multisectoriales para la educación de
las mujeres, en particular de las niñas y las jóvenes.
16.-
Renovamos nuestro compromiso para lograr las metas educativas
establecidas en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos de
Jomtien de 1990, en la Declaración de Bariloche en 1995 y el Marco de
Acción de Dakar adoptado en el Foro Mundial de Educación en el año 2000
y en los Objetivos del Milenio. Reafirmamos los compromisos asumidos por
nuestras naciones al suscribir los acuerdos de “ Una educación de
calidad para todos” .
17.- De
ahí que nos comprometamos a trabajar por una educación básica y
secundaria verdaderamente universal, de calidad, accesible y que
favorezca la permanencia de las niñas, los niños y adolescentes en la
escuela hasta el final del ciclo. Asimismo, buscaremos mecanismos que
ofrezcan oportunidades educativas para jóvenes y adultos que, por
diversas circunstancias, fueron en algún momento de su vida excluidos
del proceso educativo.
18.-
Reafirmamos que la inversión eficiente en educación determinará las
posibilidades de afrontar con éxito el desempleo que obstaculiza el
crecimiento y desarrollo de nuestros países y amenaza con la exclusión
social a amplios sectores de la población. La capacitación continuada y
todas aquellas iniciativas que ofrezcan una mayor calificación técnica y
profesional son un instrumento esencial para la consecución de un empleo
decente.
19.-
Reconocemos la fundamental importancia de que la inversión en educación
superior se oriente a la articulación de los procesos formativos de las
universidades, con la formación docente y técnica, apuntando a la
profesionalización y dignificación de la función docente, así como al
desarrollo de la investigación científica y tecnológica, de acuerdo con
las necesidades del sector productivo y del desarrollo nacional.
20.-
Reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de las
universidades públicas como instituciones que deben promover la
excelencia académica para el desarrollo integral de los pueblos de
Iberoamérica. En este sentido, reconocemos la importancia de favorecer
la creación y consolidación de mecanismos de cooperación que promuevan
la movilidad de estudiantes, investigadores docentes y técnicos, la
revalidación y reconocimiento de estudios, así como la realización
conjunta de programas de investigación e innovación tales como la Red de
Macrouniversidades Públicas de América Latina y el Caribe .
21.- Nos
comprometemos a potenciar la cooperación iberoamericana en materia de
educación y a trabajar conjuntamente para fortalecer las distintas
instancias y mecanismos de cooperación internacional, a fin de que
ningún país se vea frustrado por la falta de recursos en el empeño por
alcanzar las metas de Educación para Todos.
22.- Nos
comprometemos a promover en los distintos foros multilaterales, el
examen y la adopción de mecanismos financieros innovadores; inclusive,
la conversión de un porcentaje de los servicios de la deuda por
inversión en los sistemas educativos de nuestros países u otras
iniciativas que permitan gestionar recursos financieros que constituyan
fondos adicionales al presupuesto en educación.
23.-
Estos recursos deben invertirse según las necesidades concretas de
nuestros países en programas que fortalezcan sistemas educativos
inclusivos, privilegiando la atención a la primera infancia, la
población analfabeta o con bajos niveles de escolarización, las personas
con discapacidad, así como proyectos que fortalezcan la enseñanza
secundaria.
24.-
Estos fondos serán objeto de un manejo transparente y de una eficiente
administración mediante mecanismos efectivos de control, de prevención y
de rendición de cuentas con base en las metas propuestas y los
resultados obtenidos.
25.-
Reiteramos nuestro apoyo a las actividades del año 2005, declarado Año
Iberoamericano de la Lectura, como un instrumento fundamental para el
mejoramiento de la calidad en la educación, así como con las acciones
previstas en el Plan Iberoamericano de la Lectura ILIMITA.
26.-
Subrayamos la importancia que tiene para la Comunidad Iberoamericana la
educación para la integración.
Cooperación Iberoamericana
27.-
Reconocemos que la cooperación iberoamericana, uno de los ejes centrales
de la construcción de nuestra comunidad, se verá fortalecida y
consolidada a través del actual proceso de reestructuración
institucional de la Conferencia Iberoamericana.
28.-
Consideramos que en esta nueva etapa de la cooperación iberoamericana
deberá favorecerse la búsqueda de fuentes de financiamiento adicionales
para apoyar su ejecución, así como la participación de los diferentes
actores de nuestras sociedades, propiciando la eficiencia en la gestión
y en la coordinación de la cooperación . Asimismo, se deberán
perfeccionar estrategias y mecanismos de articulación institucional de
los programas de cooperación.
29.-
Subrayamos que, con el objetivo de alcanzar las Metas del Milenio, la
Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) es un complemento fundamental de los
esfuerzos de nuestros países, en su mayoría de renta media, para lograr
una mejor distribución de la riqueza y una mayor cohesión social. En ese
sentido, exhortamos a los países desarrollados a que cumplan el
compromiso de destinar el 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) a la AOD.
30.-
Recalcamos que, para incrementar el impacto de la AOD, es necesario que
la cooperación técnica internacional sea coordinada y articulada.
31.- Nos
comprometemos a elaborar una agenda iberoamericana de lucha contra el
hambre y la pobreza extrema, dedicada a la inclusión social de las
poblaciones más desfavorecidas de nuestros países.
32.-
Reconocemos el aporte al desarrollo económico y social de la región de
los programas de cooperación iberoamericana en ejecución, que se
detallan en el anexo 1.
33.-
Valoramos los esfuerzos de nuestros países para ampliar la cobertura en
Iberoamérica de la Red de Portales Educativos. En ese contexto, instamos
a las instituciones y organizaciones iberoamericanas pertinentes a
adherirse activamente a CIBERAMERICA, valiosa herramienta de apoyo a las
políticas nacionales, que contribuirá de forma efectiva a disminuir la
brecha tecnológica entre nuestras naciones y el resto del mundo y a la
universalización en el acceso a las tecnologías de información y
comunicación aplicadas a la educación.
34.-
Reconocemos el positivo impacto de los programas de cooperación
iberoamericana, y valoramos el trabajo realizado por la Secretaría de
Cooperación Iberoamericana (SECIB) en la coordinación con otras
organizaciones. Consideramos que con la puesta en marcha de la
Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) se dará un nuevo impulso para
lograr mayor coherencia y articulación en el sistema.
35.-
Reafirmamos nuestro compromiso de promover y proteger la diversidad
cultural que está en la base de la Comunidad Iberoamericana de Naciones,
para lo cual alentaremos un debate que estimule nuevos mecanismos de
cooperación cultural iberoamericana, que fortalezcan las identidades y
la riqueza de nuestra diversidad cultural y promueva el diálogo
intercultural.
36.-
Saludamos con beneplácito la incorporación como proyecto adscrito a la
Cumbre Iberoamericana del Programa Virtual Educa, iniciativa que
ejemplifica la relevancia de fortalecer la educación a distancia y la
utilización de las nuevas tecnologías de comunicación e información en
nuestra región.
37.-
Finalmente, los Jefes de Estado y de Gobierno de los veintiún países
iberoamericanos agradecieron la hospitalidad y la amistad expresadas por
el Pueblo y el Gobierno de Costa Rica durante el desarrollo de esta
Cumbre, y, al mismo tiempo, manifestaron su gratitud al Gobierno de
España al ofrecerse como Sede de la XV Cumbre Iberoamericana, la cual se
realizará en el año 2005.
Firmada
en San José, Costa Rica el día veinte de noviembre del año dos mil
cuatro.
Fuente:
http://www.cumbresiberoamericanas.com/principal.php?p=76
Nota: El nombre de nuestro país Cuba
se menciona cero vez en este documento.
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