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Artículos
"Mesa" con comején.
Por Wenceslao Cruz Blanco*
Leyendo la declaración del 10 de junio por la “Mesa de Reflexión Externa”,
agrupación que comprende siete organizaciones del exilio cubano,
sorprende el ataque hecho al Informe de La Comisión de Ayuda a una Cuba
Libre (Commission for Assistance to a Free Cuba). El escrito no sólo
niega que el nforme ayude a la transición pacifica sino que lo acusa de
injerencista y de intervencionista, aparte de violador de derechos
fundamentales.
Es natural y democrático tener dentro del exilio divergencias de
opiniones sobre un tema. Defenderlas aunque no sea una tarea principal
en la lucha por la libertad de Cuba a veces es conveniente.
Pero la posición del PDCC (Partido Demócrata Cristiano de Cuba) --integrante
e iniciador de la declaración-- es contradictoria en toda su extensión.
Según su presidente Marcelino Miyares la iniciativa norteamericana y las
contramedidas de Castro “son más de la misma política que define
erróneamente el problema cubano como un diferendo entre EE.UU. --Cuba, y
no un problema esencialmente entre el gobierno y el pueblo cubanos”.
La expresión no puede ser más desafortunada pues el “problema” cubano
nunca ha sido entre USA y Cuba -–eso lo dice Fidel y su propaganda-, ha
sido entre un dictador y un pueblo bajo su despotismo.
Castro siempre ha querido esconder su tiranía fabricándose un enemigo
poderoso y no vale -–si algo de dignidad queda-- el coger esos mismos
argumentos para negar el valor y la oportunidad que se le presentan a
los cubanos con esta nueva iniciativa. Una iniciativa que permitirá
contrarrestar la invasión mediática que impunemente el régimen ha
esparcido por el mundo y que muchos gobiernos -–incluso democráticos--
han creído como cierta.
No debe ser lógico que Castro siga marcándole el paso a algunas
organizaciones disidentes tanto dentro de Cuba como fuera. Y lo hará
siempre que encuentre piernas flojas que estén dispuestas a bailar al
ritmo de su canto. Si se ejercitara un poco el agradecimiento a quienes
nos han permitido expresarnos en libertad, si se aprendiera a callar
cuando no hay nada nuevo que aportar y si planteáramos alternativas
viables que no estén sujetas a los caprichos hegemónicos del sátrapa que
desgobierna Cuba, al menos estaríamos haciendo algo útil.
Hay varias partes de la declaración que ni Castro mismo, con su excelsa
experiencia en la mentira, podría mejorar o manipular mejor. En el
tercer párrafo se dice:
«La proclamación pública del gobierno norteamericano de que distribuirán
59 millones de dólares para realizar actividades dentro y fuera de la
Isla para “favorecer a la democracia” viola la soberanía cubana». En
primer lugar sería bueno que se aclaren qué entienden por soberanía y si
consideran a Castro el soberano que ostenta la autoridad suprema y que
no debemos violar. Y ya en un segundo punto sería conveniente analizasen
como, al decir que se “distribuirán 59 millones de dólares”, no le dan
la razón a Castro en todas las detenciones arbitrarias efectuadas en
Cuba acusando simplemente de mercenario a un disidente que recibe un
papel, un lápiz o un viejo ordenador que le permita expresarse. Si por
potenciar, con medios ajenos al control dictatorial, la voz de la
disidencia dentro de Cuba, nos acusan de ir contra el soberano,
bienvenido sea.
¿Cómo, destinar unos pocos millones de dólares en promover la
información libre y en hacer fundamentalmente una política de
divulgación de la realidad cubana --en la propia Cuba y en el mundo--,
puede considerarse una violación de soberanía? El divulgar que se
conozcan los miles de millones de dólares que ha invertido Cuba en
promover el entrenamiento de terroristas, la injerencia y
desestabilización de países vecinos y participar en guerras en nombre
del “Internacionalismo Proletario” no debe ser condenable por quien se
dice opositor.
En el cuarto párrafo dicen: “Políticamente estas medidas de
enfrentamiento afectan al ciudadano cubano más que al gobierno y
debilitan los esfuerzos por la búsqueda de soluciones verdaderamente
cubanas al conflicto y, muy significativamente”.
Esto es una mentira de base y erróneamente expresada. El conflicto de
Cuba es el ocasionado por la violación de derechos humanos a sus
ciudadanos, y el mundo no puede quedar impávido y a la espera. Los
cubanos llevamos más de 45 años intentando solucionarlo y sólo ha
ocasionado sangre e incomprensión internacional. Y ahora que sale un
proyecto que intenta ayudar a otros muchos proyectos netamente cubanos y
que persigue concienciar de la situación cubana, salen organizaciones
“moderadas” deseando que todo se mantenga igual.
Un proyecto para llevar la democracia a Cuba y de forma pacífica,
actualmente no es posible sin la ayuda de la comunidad internacional, y
resulta evidente que Castro eso lo tiene que tomar como un
enfrentamiento, un enfrentamiento a la impunidad con que lleva
cometiendo sus crímenes -–nacionales e internacionales--.
¿Por qué cuando la Democracia Cristiana o los socialdemócratas cubanos
reciben ayuda de sus Internacionales, del Ministerio de Asuntos
Exteriores (MAE) español o de organismos como el NDI (Instituto Nacional
Demócrata) y el IRI (Instituto Internacional Republicano) eso no
constituye una violación de la soberanía cubana, pero cuando el gobierno
norteamericano ayuda a la oposición eso es una intolerable injerencia?
¿No hay en esa actitud una mezcla de hipocresía y doble moral? ¿Era una
intolerable injerencia que los polacos de Solidaridad recibieran ayuda
de USA durante la lucha contra el comunismo?
El argumento de la mesa se parece al que hoy emplea Chávez para
perseguir a los demócratas de la oposición venezolana. Los quiere meter
en la cárcel por haber recibido ayuda del NDI para organizar el
referéndum revocatorio. ¿Condena "la mesa" la injerencia norteamericana
en El Salvador o Nicaragua que llevó la democracia a esos países?
Cuando "la mesa" de siete “patas” recalca: “El encierro de la Isla
entorpece la expresión del pueblo y favorece al régimen castrista” no se
comprende tanta cojera de verdades. ¿Es que acaso el pueblo cubano se
puede expresar? ¿Existe tan siquiera una página web cubana, contraria a
la línea de Castro, con un dominio .cu?. ¿Tiene algún disidente
posibilidad de expresarse con medios propios? ¿De dónde parte el
encierro entonces?
En esta mesa hay siete organizaciones que la sostienen, pero un buen
cubano que arrime su silla a ella sólo podrá hacerlo desde el olvido. Un
olvido que como un arquíptero* destruyó la dignidad necesaria para
sostener algo más que el vacío moral que se puede degustar en ella.
*Arquípteros: Orden de insectos ápteros, con cuatro alas membranosas y
reticuladas (libélula, comején).
Comején: insecto originario de países cálidos que destruye cuanto
encuentra.
Fuente: La Nueva Cuba
*Wenceslao Cruz Blanco es un
cubano exiliado que vive en Madrid, España.
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