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Artículos
La Fuerza de la Debilidad.
Por Alberto Luzárraga
La Asamblea se celebró el 20 de mayo tal como se anunció
y cumple sacar conclusiones. La más evidente es que los principios
justos son más poderosos que la fuerza bruta.
Algunos escépticos estiman que miembros de la seguridad estaban en la
concurrencia. ¿Y qué? En definitiva eso es normal en los regímenes
totalitarios. Es imposible pedir la pureza absoluta a una asamblea
realizada en un pantano. En el totalitarismo todo está más o menos
penetrado e intervenido lo cual no es óbice a la buena fe y sinceridad
de muchas personas. Por ejemplo, se supo que el Secretario de
Soltzhenitsyn cuando vivió en Suiza era un infiltrado de la KGB. ¿Es por
ello justo decir que Soltzhenitsyn estaba coordinado con ella?
Claro que no, y si quiere usted calibrar el evento, examine las ideas
primero y las personas después. Al fin y al cabo no disponemos de
elementos para escudriñar en detalle la vida de nadie en Cuba y aún aquí
en la democracia ello se hace difícil como nos muestra la experiencia
cotidiana y las sorpresas que surgen casi a diario sobre diversas
figuras públicas.
Pero las ideas sí son analizables y si los supuestos ‘segurosos’
mezclados en la concurrencia aceptaron ciertas cosas entonces tenemos al
demonio apoyando a la moral. Y entre otras, las más importantes que
aceptaron son éstas:
‘Demandar la excarcelación inmediata de todos los presos políticos, sin
listas, plazos ni exclusiones.’ ‘Partir de la base de que para que la
excarcelación de los actuales presos políticos no se convierta en una
burla, es menester que no se produzcan nuevos encarcelamientos del
ciudadano.’
‘Proclamar que el régimen que impera hoy en Cuba, el que se auto declara
marxista-leninista, debe ser catalogado entre las modalidades
estalinistas de ese tipo de sistema. Reconocer que, por consiguiente, se
trata de un régimen totalitario y netamente antidemocrático.’
‘Considerar que la misma valoración es aplicable a la llamada
Constitución Socialista, que constituye la piedra angular del sistema
jurídico totalitario.’
Demandar el inmediato retorno de nuestra Patria a sus tradiciones
democráticas, de pluralidad de partidos, programas, ideologías políticas
y candidatos.
‘Proclamar la plena cubanía de los compatriotas exiliados y su condición
inalienable de miembros de la nación cubana y demandar que se les
reconozca el libre acceso al sufragio activo y pasivo.’
Proclamar la imperiosa necesidad de realizar cambios económicos
profundos que otorguen libertad económica a los ciudadanos, lo que
redundará en el desarrollo de la sociedad civil y la democratización del
país.
No existe la cacareada batalla de ideas porque ‘porque las autoridades,
basándose en las obsoletas teorías marxistas-leninistas, enarbolan una
sola idea.’ Es la única a la que tiene acceso el pueblo.’
Se trata de ideas que dan al traste con el sistema y que son
inobjetables porque son verdaderas y son justas. De ahí proviene su
fuerza.
Hablar de ‘fraude’ es hacernos perder el tiempo. Si el gobierno quiere
montarnos un fraude democrático para hacerse el hara kiri y luego
cambiar de rumbo decimos: que lo haga. En esa jugada avanzamos nosotros
y ellos retroceden porque la libertad una vez probada es elíxir difícil
de controlar. Los elaboradores de teorías complicadas sobre planes
siniestros y arreglos que no se ven, olvidan una cosa. Todo llega a
saberse y todos estamos pendientes. No es fácil vender gato por liebre y
aún menos fácil mantener la disciplina en las filas totalitarias cuando
se ‘huelan’ un cambio. Nada complicado, es simple conducta humana.
La Asamblea se permitió porque la alternativa represiva era peor. El
régimen que controla los medios de difusión estima que es un ‘show’
externo y que no los perjudica internamente. Error, todos los
movimientos que han derrocado regímenes totalitarios han nacido iguales.
Débiles en la forma fuertes en el fondo, desconocidos al principio y
conocidos ampliamente al final. ¿Por qué? Simplemente porque todo pasa y
porque los cancerberos de menor cuantía se cansan y cambian de casaca al
entender que la nueva clase es la rica y que ellos reprimen por una
miserable jabita que les gana el resentimiento del pueblo.
Así empieza el fin.
Fuente:
www.futurodecuba.org
Mayo 27, 2005
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