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Antídoto Contra 10 Malas Ideas Transicionistas.
Por Alberto Luzárraga
A medida que se acerca el desenlace cubano, ciertas malas ideas sobre lo
que se puede y no se puede hacer en Cuba, luchan por imponerse como
modelo 'seguro'. Son malas porque se basan en un pesimismo exagerado que
se utiliza para justificar un oportunismo flagrante. El antídoto no
requiere receta. Lo poseen todos los cubanos que quieran hacer uso de él
y se llama sentido común. Es hermano gemelo de la libertad que es la que
sufre con las malas ideas harto repetidas. Usémoslo para desbaratarlas.
1-' El exilio debe ser mero espectador de lo que suceda en Cuba.'
Sentido común: Es una de las aseveraciones más absurdas. Lo que se busca
es luz verde para actuar a gusto. ¿Cómo puede valerse por sí sólo un
pueblo oprimido, desvalido, víctima de la propaganda masiva y por ello
confundido? La pasividad es receta para la transición al estilo mayimbe
e ignora el hecho contundente de que este exilio se nutre a diario, de
que no hay una separación tajante en el tiempo estilo Rusia Zarista, y
de que el caudal de conocimientos adquiridos en el exilio es un enorme
activo que costaría una fortuna si tuviera que adquirirse.
2- 'Hay un abismo insondable entre lo que piensan los cubanos de allá y
los de aquí.'
Sentido común: Sin duda la propaganda diaria y la vida bajo Castro
afectan al individuo pero las personas reaccionan y aprenden nuevas
cosas cuando tienen la oportunidad. Lo hemos visto infinidad de veces
con los recién llegados. Todos hemos pasado por aprendizajes culturales
y políticos más o menos largos. Se puede hacer, y el cubano es más bien
rápido en su adaptación. ¿Insondable? No hay que ser tan pesimistas. Los
cubanos de la isla saben de de sobra lo que no quieren y en eso
coinciden con los de aquí. Hay una oposición valiente, sacrificada, e
inteligente y esa minoría será, como en todas partes, líder y
catalizador del cambio. El problema es definir como se quiere ejercer la
libertad en la cual todos también coincidimos y eso se consigue con un
proceso político. Complicado sí. Imposible no. La libertad hay que
trabajarla.
3- 'Hay que 'transar' y hacer un arreglo que sea 'cómodo'
para la 'nomenclatura' pues de lo contrario no cederá el poder.'
Sentido común: Un proceso político 'amayimbado' conduciría a la
inestabilidad. Retrasaría la vuelta a la normalidad porque generaría
rebeldía y rechazo. Son demasiados años de un sólo gobierno y un sólo
partido. Políticamente es muy sencillo: han cansado al pueblo que está
harto. El cambio tiene que ser en serio, a fondo y no cosmético. Si no
es así no vale la pena prestarse a servir de comparsa a una nueva forma
de tiranía. No olvidar: El problema político lo tienen ellos. Una
posición débil no se justifica cuando se valora razonablemente el cohete
político sobre el cual están sentados los castristas.
4- 'No hacer un arreglo a la medida del mayimbato
llevaría a venganzas y desorden. Es sólo un primer paso. Después se
arreglan las cosas.'
Sentido común: No hay que ser Einstein. Es obvio que las cosas se
arreglarían en beneficio de quien detenta el poder.
En cuanto a responsabilidades hay que diferenciar entre los mandos
medios y la cúpula aprovechada y sus secuaces. Respecto a esta última,
actuar como energúmenos sedientos de venganza no resuelve nada, pero es
que nadie propone penas de muerte ni persecución a sangre y fuego. Los
cubanos aspiran a ver la justicia triunfar con todas las garantías
procesales en favor de los que fueren acusados de delitos, incluyendo la
presunción de inocencia. Hay que probar las acusaciones y no caer en los
'juicios' revolucionarios con sentencia predeterminada. Un sistema
judicial honrado y serio es mejor garantía que una amnistía arreglada
con una camarilla pues sería impugnada de inmediato. Las experiencias
avalan lo dicho. La mejor amnistía para los mayimbes sería cambiar,
dejar de serlo, y poner los intereses de Cuba y de la paz social en
primer lugar. Eso equivaldría a bañarse en el Jordán. En su momento
habrá quien quiera darse el baño y pueda hacerlo. Es simplemente
naturaleza humana en acción.
5- 'Aún desaparecido Fidel Castro, Raúl Castro y su camarilla
controlarían la economía y las fuerzas armadas, estarían asociados con
capitalistas extranjeros y no tendrían intención de irse.'
Sentido común: De acuerdo en cuanto a la 'aspiración' de quedarse pero
no en cuanto a la permanencia del 'invento.' Una vez que parte de un
ejército deja la disciplina cuartelaria y se convierte en un negocio, su
carácter cambia. No es lo mismo un coronel rico que un coronel pobre y
su imagen ante la tropa cambia radicalmente. Una organización de ese
tipo degenera en mafia de privilegiados vs. meros soldados y la
población. Para perdurar tiene que recurrir a métodos cada vez más
mafiosos e intimidatorios y ello tiene sus límites naturales. El modelo
de una Cuba a lo 'Papa Doc' con 'ton ton macoutes' enriquecidos no es un
supuesto lógico ni duradero.
6-'El embargo no funciona. Esto se alarga demasiado. Hay
que 'invadir' a Cuba con inversiones y turismo americano y todo cambiará.'
Sentido común: Los turistas no son activistas políticos, van a pasarlo
bien y punto.
El sueño dorado de la camarilla continuista, sería vender 'estabilidad'
y recibir inversión americana aunque sea marginal para así presentar una
imagen 'respetable.' e ir 'colándose' poco a poco. Los inversionistas,
si aceptasen el inicuo sistema laboral de Castro, no serían
inversionistas sino esclavistas y por ello cómplices. El castrismo
siempre ha puesto énfasis en mezclar a otros en sus tropelías y así
comprometerlos.
El sistema laboral castrista es asunto difícil de vender a la junta
directiva de una compañía pública. Lloverían los pleitos y denuncias por
los muchos accionistas cubano-americanos de las compañías públicas, y lo
saben. ¿Contrapartida ofrecida por Castro? Nada, ya lo han dicho en más
de una ocasión.
El resultado sería condenar a Cuba a más años de abusos y 45 son
bastantes. El exilio hace muy bien en no ceder en este punto y no hacer
caso de los golpes de pecho de los negociantes sin escrúpulos que
afirman que sólo querrían 'ayudar a Cuba' mientras se forran el bolsillo.
El castrismo es largo, pero piense que los castristas lo saben también,
que el tiempo es inexorable y ahora no está a favor de ellos. Hay que 'aguantar
parejo' y con optimismo.
7- 'Pero es que la apertura funcionó en China.'
Sentido común: No ha funcionado políticamente. El partido no suelta el
poder. Pero además, resulta que China tiene 1,200 millones de habitantes,
está a 10 mil kilómetros de Estados Unidos, y Cuba tiene 11 millones y
está a 90 millas de su mercado natural, en un continente donde se ha
puesto de moda exigir la democracia. De modo que por favor, no nos
receten soluciones que no se ajustan a las realidades geopolíticas. Y de
paso, la legislación laboral China no es ninguna maravilla pero
comparada con la cubana es 'liberal'.
8- ' No queremos a nadie metido en nuestras cosas. Esto lo resolvemos
solitos'
Sentido común: Para decirlo en criollo, es una guanajada. Todos los
pueblos sometidos a tiranías totalitarias han requerido ayuda. No somos
diferentes. Pero además la afirmación es sospechosa cuando se enfoca a
los Estados Unidos y se soslaya para otros países. Y en fin de cuentas
cuando los cubanos eran carne de cañón para las aventuras castristas
ninguno de estos 'patriotas' dijo nada.
9- 'Si no se protege a Cuba se la come el capitalismo salvaje.'
Sentido común: Es el lema de la 'social democracia.' Denota así su
origen ideológico pues gusta del estado con una burocracia enorme,
metido en los más nimios detalles. Ya nos mordió ese perro. Además,
crear barreras no resuelve nada. ¿Por qué va a haber una planta de Intel
produciendo 'chips' en Costa Rica y no en Cuba? Dictar cientos de leyes
poniendo trabas a la entrada del capital extranjero sería condenar a
Cuba al atraso, al mismo tiempo que se crearía una floreciente industria
de testaferros que figurarían como 'socios' cubanos. No habría mucha
inversión extranjera pero la que hubiese sería en parte amañada y
corrupta. La mejor forma de proteger al país es dictar leyes laborales
justas, liberar el talento empresarial del cubano que es instintivamente
'buscavidas' y ayudarlo inteligentemente a competir con quien sea.
Supimos hacerlo antes de Castro y lo hemos hecho con éxito en todas
partes. Con miedo a todo no llegamos a nada. El que tenga miedo que se
compre un perro.
10- 'Hay que evolucionar de la ley a la ley.'
Sentido común: Lo que quieren decir solapadamente, es que para evitar el
'desorden institucional' hay usar las 'instituciones' existentes, o sea
las castristas, para después evolucionar. Esta fórmula, que se usó en
España y Chile, aplicada a las 'instituciones castristas, no funciona
porque sería comparar peras con manzanas. En dichos países había
regímenes autoritarios pero no totalitarios. Existía tanto una carrera
judicial, como leyes normales para la vida social. Sólo estaba
restringido el aspecto político y como se contaba con una base jurídica
racional, y respeto para la mayoría de las relaciones sociales normales,
(familia, propiedad etc.) no fue tan difícil llegar a un consenso legal
pues los opositores tenían de que vivir mientras negociaban. Aún así
desaparecieron ipso facto las instituciones políticas que sólo servían
los intereses del gobernante. Todo el tinglado castrista es político y
en Cuba los únicos que tienen vida y economía abundante son los
castristas. Castro ha demostrado que su llamada constitución es un mero
reglamento que cambia a su antojo Usar ese adefesio y las leyes que
engendró como borradores para su modificación ulterior equivale a querer
cortar un smoking de una frazada.
Es preciso empezar de nuevo y desbaratar el tinglado castrista con
sistema e inteligencia. No dejar dudas, anunciar el objetivo deseado y
proceder profesionalmente, es decir, con método, plan previo, y
alternativa definida. En lo político, para evitar el desorden, contamos
con precedentes legales valiosos (garantías ciudadanas del Título IV de
la Constitución del 40, Leyes Orgánicas). Pueden ser rápidamente
adaptados y puestos en vigor por un gobierno transitorio. Sería una base
mucho mejor que el adefesio castrista y cuando se normalice la situación
un congreso electo podrá legislar más definitivamente. Cuba no fue un
país salvaje ni tribal. Era beneficiaria de una valiosa tradición
jurídica que es utilizable. Por otra parte, hay mucha legislación
excelente en el mundo racional que puede servir de modelo para ponernos
al día en cuanto a legislación económica.
Y en fin lector, si usa usted el sentido común no le van a poder vender
gato por liebre. El 'gato' tiene las orejas bien largas.
Fuente:
www.futurodecuba.org
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