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CARTA A LOS MIEMBROS DE LAS FUERZAS ARMADAS DE CUBA (de coronel
para abajo)
Por Luis Tornés Aguililla
Queridos compatriotas oficiales, clases y soldados,
Les escribo para darles alguna que otra noticia ilustrando la
imperfección del mundo y también les escribo porque nunca nadie piensa
en ustedes y como todo el mundo se la tiene cogida con Fidel y con los
babosos del séquito pues nunca se tiene un gesto recordatorio hacia el
simple soldado, sargento u oficial que debe vérselas con la ruda
realidad cubana de cada día sin viajes al extranjero, sin prebendas y
sin poder decir ni pío.
Primeramente sepan que esto está del carajo por Francia pues resulta que
se murieron por el calor más de once mil viejos y el gobierno está tan
temeroso que no sabe qué hacer y uno los ve en la tele con pérdida
evidente del tino que se necesita para gobernar cuando la oposición
puede expresarse. ¡ No es fácil gobernar así ! y quizá también por esa
razón algunos en el mundo prefieren seguir de dictadores. Aquí, en
Francia, aunque el gobierno no es responsable del calor, sí lo es de no
haber tomado las medidas sanitarias preventivas que se imponían cuando
los ingenieros de la meteorología nacional decían que la ola de calor
que venía sobre Europa era como para matar a cualquier santiaguero en
una parada de guagua un mediodía del mes de julio.
Y cuando llegó la catástrofe, había que ver las presiones del Santo
Oficio (en Francia también hay Santo Oficio y éste mata como el de Cuba)
sobre la prensa y sobre los periodistas de la tele y de la radio para
que no hablaran más de lo aceptable sobre el tema de los once mil viejos
muertos. Sin contar la autocensura de los temblorosos plumíferos de
arrabales que se cagan en los pantalones cuando ven al primer enviado
del Torquemada francés pasar el umbral de la puerta de la redacción.
¡A Dios gracias!, algunos periodistas franceses sí tuvieron el valor de
restregar en el hocico, al gobierno su responsabilidad y a la sociedad
francesa su individualismo enfermizo. Fueron pocos los que tuvieron ese
valor pero pudieron expresarse y no están presos, seguramente que no
recibirán una invitación para participar en la " Garden Party " del
próximo 14 de julio (fiesta nacional en Francia), seguramente que el
Santo Oficio los pondrá en una listica negra pero el caso es que no
están presos y que por la noche cuando llegan a sus casas pueden mirarse
en los espejos.
¿ Por qué les hablo de todo esto ?.
¿Por qué vengo yo a abundar sobre un tema en torno al cual ya los
babosos de Fidel habrán verificado en las morgues galas hasta los
nombres de los pobres viejos muertos?, pues para darles ánimo, para que
vean que aquí también tenemos problemas graves y para comentarles, de
paso, que no es necesario matar ni meter presa a la gente cuando gracias
a un debate abierto y también gracias al terror que le tiene la clase
política a las elecciones, el cuerpo social puede encontrar a más o
menos corto plazo una solución a un problema dado.
Hay en torno a esas muertes a causa del calor una responsabilidad
colectiva que la totalidad de la sociedad francesa tiene que asumir
porque más allá de la parte de culpa que le toca al grupito de personas
que está hoy en el poder (todavía estoy hablando de Francia), más allá
de ello, la razón profunda que provocó esas muertes masivas de los
ancianos en este país habrá sido la soledad, esa soledad programada y
cruel en la cual mueren olvidados los viejos tanto como todos los que
sobreviven al margen de la sociedad.
Otra noticia son los incendios de los montes en el sur de Francia donde
la vegetación es muy seca, casi siempre se trata de incendios provocados
por actos criminales a causa de los cuales mueren bomberos y civiles y
se destruyen miles de hectáreas. Esto es aquí otro problema grave de
seguridad pública que requiere un reflejo cívico en el seno de la
sociedad, un reflejo que sea el producto de un trabajo largo en torno al
respeto de la naturaleza y de la libertad ajena. Las personas que
prenden fuego a los bosques en el sur de Francia tienen exactamente el
mismo perfil psicológico egocéntrico con un alto nivel criminógeno que
el déspota dictatorial que destruye un país entero para darse el gusto
de haber ganado en su intento (hablo en general para no comprometer a
nadie, seguramente hablo de Nerón, el de Roma -digo yo-).
Hermanos, esto es todo por hoy. No están solos y somos muchos fuera de
Cuba los que pensamos también en ustedes.
Un fraternal saludo.
Luis Tornés Aguililla
lta58@wanadoo.fr
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