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Rebeldes a la vista
Por Luis Cino*

La Habana, Viernes, 18 de abril, 2008. En su afán de vaticinar el final de la dictadura cubana, algunos cubanólogos y cierta prensa extranjera hablan de una aguda rebeldía juvenil en Cuba. Yo, que vivo aquí, no la veo por ninguna parte. Al menos no en la forma y magnitud que la ven los de afuera.

En su lugar, veo una masa de muchachas y muchachos aburridos, desorientados, con pocas esperanzas y demasiadas frustraciones, que buscan desesperadamente vivir. Sólo eso. Vivir. Por desgracia, suelen no conseguirlo del modo más aconsejable.

Sucede que la vida choca con los intereses de un sistema tan cerrado como el que impera en Cuba y eso provoca inevitables encontronazos. Con los jóvenes, que rebosan de energías, los choques suelen ser más agudos.

Siempre fue así. Cada vez es peor. En diciembre de 2005, el canciller Felipe Pérez Roque se quejó y advirtió del peligro que representaban para el sistema la apatía y la alienación de una parte de la juventud cubana. Sería absurdo imaginar que las expectativas de los jóvenes cubanos coinciden con las de los septuagenarios y octogenarios que los gobiernan.

Todos estos jóvenes crecieron repitiendo en los patios de las escuelas, hambreados y con los zapatos rotos, que serían como el Che. Hoy, cínicos y hedonistas, rechazan los mitos y los valores de un sistema que no respetan, pero que temen. Motivos tienen.

La mayoría de los presos en las más de 200 cárceles del país son menores de 30 años. La falta de miedo del grupo de jóvenes que participaron desde un lugar indeterminado de La Habana en la videoconferencia con la Universidad de Miami no es representativa del temor paranoico de los jóvenes cubanos por "el aparato" o la Gestapo, como suelen denominar a la policía política.

Son pocos los que se unen a la disidencia. Prefieren enfrentarse a los tiburones o la corriente del golfo que al toque a la puerta de los segurosos.

Según los analistas, el fenómeno de los bloggeros es otra señal del malestar juvenil. ¡Atención! La mayoría de los internautas, aunque coinciden en la urgencia de los cambios, sostienen ser revolucionarios y partidarios de perfeccionar el socialismo. Prefieren no revelar su verdadera identidad. Eligen llamarse "Chuncha", "Peter", "Floreal", "Jovellanos" o sencillamente "un cubano de a pie".

El incidente de Ricardo Alarcón con los estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) fue una muestra del descontento estudiantil, pero no nos engañemos. Allí no matricula cualquiera. La UCI no es el hervidero de ciberdisidentes que algunos suponen. Además de materiales contrarios al régimen, lo que más descargan de internet los chicos son películas, música y pornografía. Generalmente, para vender.

Los jóvenes cubanos, aunque el gobierno los autorice ahora a comprar chatarra que no tienen con qué pagar, están perdiendo el miedo a quejarse de cómo viven. De ahí a rebelarse frontalmente contra el régimen va un tramo.

A este paso, puede ser que pronto los cubanólogos presenten las "fiestas house" donde, disponiendo de pesos convertibles, confraternizan en el jolgorio los hijos de los funcionarios con los de los nuevos ricos. Como otra muestra de rebeldía juvenil.


Luis Cino*: Periodista independiente, vive en Cuba.
Fuente: El Nuevo Herald & CubaNet
La Habana, viernes 18 de abril del 2008.

El MCUD y SOS Justicia consideran que mientras no se Unan todas las partes que quieran aplicar algunos de los métodos de lucha reconocidos por la Historia y mientras los fondos y la solidaridad estadounidense no se destinen a estos activistas dispuestos a enfrentar la maquinaria comunista con métodos efectivos no habrá ninguna posibilidad de libertad para el pueblo cubano oprimido. Esta formulación fue hecha por nuestros próceres quienes a través de sus pensamientos dijeron que la libertad se conquista únicamente con la fuerza y tiene un alto precio.

Los activistas de SOS Justicia y del MCUD en el exilio no solicitan ni aceptan dinero de ninguna entidad oficial, ni privada, ni de particulares, porque como hombres libres y de buenas costumbres consideran que residiendo en países democráticos disponen de los medios para ganarse decorosamente el sustento de ellos y sus familias. Cuando los activistas del MCUD y SOS Justicia realizan una gira nacional y/o internacional cada activista se auto paga los gastos de viaje con el dinero de su trabajo, consideramos que los fondos recaudados por cualquier vía en el exilio deben ir en su mayoría para los activistas que verdaderamente enfrentan al régimen dentro de la isla.