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Artículos
Nada de cambios
Por José A. Vargas
Se rumora que Fidel Castro ha sufrido una recaída en su enfermedad que
lo tiene a punto de dar el salto con todo y su colorido traje deportivo.
Sin estar precisamente practicando deportes, cabe señalar. Pero
refiriéndonos a la salud del dictador cubano, el exilio está como la
enamorada, deshojando la margarita: se muere, no se muere, se muere y
así seguimos día tras día con este macabro y para muchos delicioso
entretenimiento. Pero por aquello de ''cuando el río suena...'', creo
que debemos ir instalando cámaras y micrófonos frente al Versailles y
nuestros dirigentes deben comenzar a practicar sus discursos patrióticos
por si acaso Castro se muere otra vez. ¡Oh! y sin olvidar el ya famoso
ataúd con el letrero de ``esta es tu casa, Fidel''.
Y es que aquí en el exilio siempre estamos listos para celebraciones, ya
sea el 4 de julio, la parada de los Reyes Magos o como en este caso la
muerte de Fidel. Celebración que durará unos días y después todo el
mundo a su casa para comenzar las cábalas sobre qué medidas adoptará el
hermanísimo y a especular si tiene catarro o tuberculosis. Y se puede
apostar que si muchas serán aquí las celebraciones, muy pocas serán en
Cuba con un nuevo dirigente cortado con la misma tijera que el anterior
y ya con algo más de un año de práctica al mando. El mismo nada
halagüeño panorama de represión, hambre y miseria para la población de
la isla.
Ningún cambio allá. ¿Y aquí? Pues seguiremos mirando los toros desde la
barrera, pues no creo que la muerte de Fidel nos dé el coraje que
necesitamos para meternos honestamente en el ruedo.
Fuente: El Nuevo Herald.
Publicado el viernes 24 de augusto del 2007
El MCUD y SOS Justicia
consideran que mientras no se Unan todas las partes que
quieran aplicar algunos de los métodos de lucha reconocidos por la
Historia y mientras los fondos y la solidaridad estadounidense no
se destinen a estos activistas dispuestos a enfrentar la maquinaria
comunista con métodos efectivos no habrá ninguna posibilidad de libertad
para el pueblo cubano oprimido. Esta formulación fue hecha por nuestros
próceres quienes a través de sus pensamientos dijeron que la libertad se
conquista únicamente con la fuerza y tiene un alto precio.
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