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Artículos
Cuba, la Tragedia interminable
Por Iliana Curra*
En el tema cubano mucho se ha hablado, y se habla a diario, de perdonar.
Aunque realmente se perdona al que se arrepiente, esto en términos
religiosos. En términos judiciales puedes arrepentirte cincuenta veces,
y si asesinaste, violaste o cometiste un acto delictivo, no creo que
haya perdón.
Entonces, ¿a quien perdonar? ¿A quienes fueron partícipes de los
paredones de fusilamiento? ¿A los que fueron -y son- parte de las turbas
al servicio de la dictadura contra los opositores y el pueblo? ¿A los
que hundieron el remolcador 13 de Marzo? ¿A los hermanos Pérez Pérez que
con tanto ensañamiento dispararon sus misiles contra dos pequeñísimas
naves aéreas tripuladas por civiles pertenecientes a la organización de
Hermanos al Rescate?
¿Deberíamos perdonar a los que masacraron a los presos políticos en la
cárcel de Boniato? ¿A los que dejaron morir a Pedro Luis Boitel y hasta
lo golpearon cuando agonizaba? ¿Perdonaríamos a los que les echaron los
perros entrenados a Jorge Luis García Pérez (Antúnez) en la prisión? ¿A
los que han golpeado ya varias veces al periodista independiente,
Guillermo Fariñas? ¿A los que hostigan al Dr. Oscar Elías Biscet en su
celda? ¿A los que han torturado por años a Arturo Suárez Ramos? ¿O es
preferible perdonar a todos aquellos que patearon y usaron la fuerza
brutal contra el presidio político femenino?
¿Quizás se debiera perdonar a los que impidieron a Mario Chanes de Armas
ver el cadáver de su hijo de apenas 22 años, luego de que muriera de
forma misteriosa, para darle un último beso de despedida?
¿Acaso correspondiera perdonar a quienes fusilaron al Coronel Cornelio
Rojas en la forma tan bárbara que lo hicieron, y que además dejaron
constancia sádica en un video?
¿O es que se perdonaría a todos aquellos que fueron responsables de la
muerte del opositor, Miguel Valdés Tamayo, quien fuera sacado de prisión
por una licencia extrapenal por razones de enfermedad y luego le
hicieron brutales actos de repudio y golpearon con saña? ¿Habría
que perdonar a los que quemaron a Tondike y luego lo fusilaron sin
compadecerse?
¿Perdonaríamos a los que usaron métodos de tortura contra La Niña del
Escambray hasta enloquecerla? ¿A los que dieron electroshock a los
presos políticos en la Sala Carbó Serviá? ¿A los que persiguieron al
escritor Reinaldo Arenas? ¿A los que torturaron a Julio César Morales en
sus doce años de encierro injusto? ¿A los que golpeaban por ser negro y
rebelarse al prisionero político, Ignacio Cuesta Valle, conocido como el
"Pichi"?
¿Qué cosa es perdonar? ¿Eximir de responsabilidad a los criminales que
han vivido al amparo del régimen por todos estos años?
Llevamos casi medio siglo de tiranía nefasta. Son muchos los muertos en
este largo camino recorrido que no acaba. Muchos presos, mucho dolor.
Una desesperanza imperdonable. Un pueblo que vive pensando en huir
porque le arrebataron sus sueños a golpes de mentiras. Un país en ruinas
material y espiritualmente. Una infancia perdida entre pañoletas y
consignas enfermas de odio. Una juventud que solo mira hacia al norte
porque ha perdido la orientación hacia otros caminos que pudieran
liberarla. Una indolencia universal que lastima hasta lo infinito.
Pero se habla de perdonar como si las víctimas no contaran. Muchos no
han podido, ni siquiera, llorar a sus muertos y darles cristiana
sepultura, como a los que asesinaron en las lomas del Escambray y otros
tantos lugares en los que se luchó con las armas.
Ahora que los desertores son casi héroes en la ciudad donde más víctimas
existen, se habla de perdonar para calmar sus miedos. Se habla de
tolerancia para evitar la justicia. Aunque
todavía no los he escuchado decir: "me arrepiento". Así de simple.
Aún así, cuando la justicia divina los perdone, si es que se arrepienten,
tendrá que haber justicia legal en una Cuba libre. Porque, a pesar de
todos los indulgentes y sentimentales que andan por ahí, a pesar de la
reconstrucción de una Cuba nueva y sin odio, si no hablamos de justicia,
jamás podremos hablar de patria.
*Ex prisionera política cubana,
reside actualmente en la Florida, EE.UU.
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