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Un Quijote en La Habana
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Por Miguel A. García Puñales

Desde hace mucho tiempo pensaba escribir sobre un amigo; diferentes consideraciones me lo impedían, sobre todo no llamar la atención sobre su persona y evitar en lo posible penalidades a él y a sus ancianos padres. Sin embargo a día de hoy una fuerza mayor me obliga: se encuentra en peligro.

Lo conocí en época tan temprana como 1970, por esa fecha ambos éramos estudiantes de la carrera de Historia en la Universidad. Realmente no teníamos una gran amistad, él era estudioso y yo no, no le gustaban los deportes de combate y a mí si, no era él lo que se dice un tipo con suerte con las mujeres y yo aunque tampoco lo era –jodidamente sigo sin serlo- intentaba seguir los pasos de algún amigo con complejo de Don Juan. En fin ningún punto en común para fundamentar una amistad, salvo que a las alturas de tercer año de carrera llamó la atención de todos -poniendo en aprietos a la recién estrenada profesora de Filosofía Marxista-, durante un seminario donde la hizo contradecir las tesis marxistas sobre Materia y Conciencia.

Católico practicante, hizo caer sobre sí la cólera del excluyente sistema, fue expulsado de la Universidad en el último año de carrera en medio de una de las tantas “depuraciones”; “La Universidad para los revolucionarios”. De nada valieron sus notas docentes que disputaban uno de los primeros puestos en toda la facultad. Al decir de una cariacontecida profesora, devenida comisaria política, “-era un hecho bochornoso para la Facultad que no debía volver a ocurrir, un graduado de Historia debía ser por fuerza Materialista Dialéctico”.

Lección aprendida, escarmiento total, en lo adelante diríamos en los seminarios lo que se esperaba que dijéramos, ni más ni menos.

Años después, la mano de un amigo molesto por la injusticia, le permitió volver a los estudios en cursos para trabajadores y comenzar a ejercer como profesor de Historia Universal. En esos menesteres se encontraba en diciembre de 1989 cuando desapareció de su casa. Sus padres desesperados visitaron hospitales y necrocomios, nada de nada, hasta que al fin llegó la noticia ¡Estaba detenido y bajo aislamiento en Villa Maristas!

Llevaba meses haciendo pintadas en toda la ciudad de La Habana con un único mensaje; ¡Jubílate Fidel!

Tengo en mi poder las actas de petición fiscal y juicio que se le siguiera en la Sala de Delitos Contra la Seguridad del Estado por un supuesto delito de “Propaganda enemiga”, consistente en... pedir mediante pintadas que un gobernante en edad de jubilación lo hiciera después de 30 años –por entonces- de ejercicio omnímodo del poder. Páginas y más páginas donde se le llama desde “agente del enemigo” hasta “excreta social”, porque en eso de adjetivar el sistema jurídico cubano es maestro.

Lo sancionaron “sólo” a tres años de privación de libertad, previa expulsión de su puesto de trabajo y la invalidación para ejercer la docencia. Gracias a diferentes presiones cumplió condena mediante “trabajo correccional sin internamiento” como peón de la construcción en la remodelación de La Habana Vieja, peculiar forma que tienen los comunistas de entender la enseñanza “reeducada” de la Historia.

Desde entonces, mucha agua y porquería contaminada ha corrido bajo el puente del Almendares. Desde hace años combina mi amigo la lucha diaria por la supervivencia con el valiente oficio de periodista independiente, precisamente desde la misma agencia que fundara Raúl Rivero años después que él terminara de cumplir sentencia. Sin embargo sigue en sus trece; a pesar de tener posibilidades reales de presentarse, digamos, al programa de refugiados, como ex recluso o de intentar emigrar haciendo uso de su ascendencia boricua, él no, desde siempre decidió que no abandonaría Cuba.

A pesar de las intimaciones policiales e interrogatorios en casas de la seguridad del estado, a pesar de que su ex esposa incumple resoluciones judiciales que obligan al contacto del padre con su hija, alegando la supuesta condición de “contrarrevolucionario y gusano”, a pesar de todo, sigue ahí, haciendo su periodismo independiente y llegando como ahora a poner en riesgo su vida.

Ha hecho circular mi amigo una carta abierta al dictador cubano donde denuncia con nombres y apellidos a los agresores del Dr. Darsy Ferrer, médico cubano que fundó un consultorio independiente en el barrio de Santos Suárez. Realmente temo por su vida.

La utilización de incondicionales por parte del régimen para la ejecución de actos de repudios y golpizas, lleva aparejada esa conjunción de intolerancia y delincuencia que tan buenos resultados da en la implantación del terror. Corren el periodista Jaime Leygonier Fernández y el Dr. Darsy Ferrer Martínez un serio riesgo para sus vidas, pueden ser objeto de agresiones que después calificaría el estado cubano como un “ajuste de cuentas” o algo similar.

Corren también el riesgo de ser recluidos en hospitales psiquiátricos, no sería la primera vez que el gobierno de La Habana tilda de “locos” a sus opositores. Recientemente falleció en Miami un enfermero del Hospital Psiquiátrico de La Habana que supuestamente participó en torturas a prisioneros políticos, su muerte cerró el juicio antes que se fallara al respecto, pero se cuentan por cientos los relatos de las víctimas en diferentes épocas.

Ciertamente corren peligro, cabalgar como Quijote tiene sus graves riesgos; el primero que los mismos que reconocen en su fuero interno las verdades que se dicen tilden de locos a los émulos del manchego.


Carta abierta de un periodista independiente a Fidel Castro

La Habana, miércoles 18 de mayo de 2005

Sr. Presidente del Consejo de Estado y de Ministros
Dr. Fidel Castro Ruz

Por sus múltiples cargos creo que le corresponde a UD. hacer respetar las leyes, los derechos y los principios morales que trata en sus discursos como propios de su causa. Acuerdos de la ONU y leyes vigentes, que incluso firmaron UD. o sus representantes.

Le corresponde a UD. guardarlos, hacer guardar el Orden y la Igualdad de Todos ante la Ley, que nadie viole las leyes impunemente justificando sus delitos con la supuesta “defensa de la Revolución”.

Por ello, como ciudadano; según el derecho de petición a las autoridades que me otorga la vigente Constitución de la República de Cuba, me dirijo a Ud. para pedirle haga investigar los delitos de alteración del orden, allanamiento de morada, agresión, amenazas, golpes y herida con arma blanca y contundentes que perpetúan turbas contra los disidentes al grito de “- Viva Fidel”, con la presencia y aparente dirección de oficiales de la policía y dirigentes municipales del gobierno.

Particularmente, estas acciones contra el Dr. Darcy Ferrer Ramírez, vecino de San Bernardino 265, Santos Suárez, Municipio 10 de Octubre, Ciudad de La Habana, que por lo que conseguí averiguar de una muestra de 14 perpetradores identificados – del total de cincuenta o sesenta- considero FALSO que sean “el pueblo revolucionario indignado por provocaciones de la disidencia”, sino personas convocadas por la Asociación de Combatientes de la Revolución y la Policía, miembros de cuerpos armados y donde abundan los individuos que gritan y golpean coreando: “-Fidel, Fidel”, para camuflar conductas delictivas e inmorales. Incluso arrastran a esas acciones a infelices con trastornos de conducta o enfermedades mentales, a quienes atrae el placer de la violencia. El pueblo no ama la “Ley de Linch”, no pega organizado en pandillas.

Hace años, UD. lanzó dos consignas atractivas:

1- La defensa de la Legalidad Socialista

2- La Campaña de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas

Lástima que fueran dos consignas más. Usted mismo declaró por entonces que si fracasaba la Rectificación de Errores, “- El pueblo no creería en nuevas consignas”. Algo que me ocurrió a mí y fue lo que me motivó a hacerme periodista independiente.

Por entonces UD. dijo que descubrió a cierto funcionario que construía una casa, con grúa y grandes recursos a costa del Estado.

En reciente comparecencia televisiva UD. mencionó que “-Hay que combatir la corrupción”. Lo apoyo en ello. Le pido que retome esas consignas desechadas: ¡LEGALIDAD!

Sus opositores concordarán en combatir la corrupción, en que se cumplan las leyes vigentes, en que todos seamos iguales ante la ley sin que, por tanto, queden impunes quienes golpean en nombre de UD. Impunes por decirse “revolucionarios” para agredir así a un disidente, enmascarando así otros delitos.

UD. bien dijo que no puede pasar en automóvil por todas las calles para impedir esos atropellos o que un poderoso se construya una casona.

El pueblo no se atreve a denunciarlos a las autoridades porque son precisamente autoridades quienes cometen esos delitos y ¡ a plena luz!

El pueblo aprendió a “no escupir para arriba”

Le propongo a Ud. que aprovechando la experiencia de otros países:

1- Cree mecanismos para investigar a las autoridades cuando sean denunciadas por conductas sospechosas.

2- Establezca un número de teléfono para denunciar estos casos con garantías de discreción.

3- Impida que los denunciantes sufran represalias.

4- Investigue las amenazas y agresiones contra disidentes. Creo que comprobará que son protagonizadas por autoridades y canallas.

5- Aliente a los periodistas a publicar estos casos, que llueven en la correspondencia a los periódicos sin ser atendidos.

Sin estos cinco requisitos, hablar de cumplir las leyes, combatir la corrupción y respetar los derechos es hablar ¡ Y nada más!

Le pido además que proteja de atropellos al Dr. Ferrer, a todo ciudadano y a mí mismo, pues me arriesgo al hacer estas peticiones y acompañarlas de una lista de estos violentos y envalentonados por la impunidad con que agredieron al Dr. Ferrer y a otros.

La única forma de que UD. no aliente esas conductas, es que los tribunales las castiguen.

Lo contrario, en conjunción a las exhortaciones de Ud. a “-salirle al paso a la contrarrevolución”, “- la calle es de los revolucionarios”, los convence que cumplen consignas de Ud. y que pueden apalear y allanar a gusto. ¡Eso sería terrorismo de estado y tortura!.

Investigué lo que pude como ciudadano. Le proporcionaré nombres, direcciones y opiniones del vecindario sobre estos “súper revolucionarios”.

Pido que ordene UD. que se investiguen y comprueben. Sabe Ud. lo difícil que es probar ciertos delitos, porque cuando UD. era joven procuró fotografiar a los soldados que iban a trabajar a la finca del presidente Carlos Prío; Ud. quería denunciar esa explotación, tal como ahora yo quiero que averigüe si un poderoso del barrio de Santos Suárez explota el trabajo de presos y si ello es lícito.

No acuso por carecer de pruebas, acudo a Ud. en petición de que investigue a esos partidarios suyos que yo en lugar de UD. no los desearía sino como enemigos.

Jaime Leygonier Fernández

C/ Zapotes Nº 113, Santos Suárez

CP- 10500. Ciudad de La Habana.

PS- Anexo listado con 14 participantes de esas agresiones. No puedo garantizar datos de algunos, ni garantizar la exactitud de mi informe. La investigación podrá hacerlo.

Por la paupérrima atención que recibieron cartas mías a Ud. y a la prensa sobre ilegalidades públicas o que sufro personalmente, prefiero enviarle el presente documento en forma de Carta Abierta. Así sigo ejemplos de Ud. y tal vez, me ahorro ser agredido al entregarla.

Anexo:

Listado de agresores del Dr. Ferrer. Todos residentes o trabajadores del barrio de Santos Suárez y del Municipio 10 de Octubre en Ciudad de La Habana. (Si se investiga, ellos podrán aportar otros nombres, así como la policía presente durante las agresiones, que está en el deber de tener la lista completa de agresores).

1- Alexander López Meriño. Dirigente, atiende servicios en el Parido Comunista de Cuba, Sectorial Municipal 10 de Octubre. Por tanto es funcionario del Gobierno.
Actuó como jefe de tres allanamientos y agresiones al DR. Ferrer. Desde la primera agresión, el Dr. Ferrer presentó denuncia en su contra en la estación de policía de la calle Acosta en el propio término municipal, sin resultado alguno hasta el momento.

Este ciudadano podrá informar quién fue su cómplice, que hirió con un cuchillo y amenazó al Dr. Se rumora que ese cómplice es oficial de la policía.

2- Pedro Alberto González Peña. Aparentemente es alto oficial del Ministerio del Interior en el Departamento de Prisiones, algunos vecinos afirman que es fiscal militar o incluso jubilado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

3- Danilo Gor García. Vecino de San Indalecio 455 Apto. G. Policía retirado por enfermedad nerviosa.

4- Isidro Giusti. Teniente Coronel retirado de las Fuerzas Armadas.

5- “El Gato”. Es un custodio de la Agencia de Seguridad y Valores, vecino de San Bernardino entre Serrano y Flores.

6- “Cubela”. Vecino de Correa 215, miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución.

7- Gilberto Alonso. Vecino de Durege Nº 324, Apartamento 4. Administrador de la panadería “6 de junio”.

8- “Carlos”. Dependiente de la bodega sita en San Bernardino esquina a San Julio.

9- “Elio”. Vecino de Santa Irene 255. Asistió a la tercera agresión con su perro que azuzaba contra el Dr.

10- Edgardo Torres. Trabaja en el agro mercado de la calle Paz esquina San Bernardino. Supuesto cómplice de Alexander López y del desconocido –aún- que asestó la cuchillada. Es Masón, miembro de la Logia “Hijos de Marte”.

11- “Aniuska”. Vecina de San Bernardino Nº 263, Apartamento 3.

12- “Leiva”. Vecino de San Bernardino Nº 256

13- “Ramiro”. Enfermo mental que deambula por la calle Serrano, lo llevaron a la “manifestación” y se encontraba armado con dos picos de botellas.

14- “Desconocido”. Posible empleado del Consejo de Administración Municipal, vive en la calle San Bernardino Nº 205