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Artículos
Hipócritas.
Por Orlando Fondevila
Se han reunido los excelentísimos ministros de relaciones exteriores de
la UE. Han abordado, tal y como se venía anunciando, la cuestión –dicen
que espinosa- de las relaciones de la Unión Europea con Cuba. La
decisión que han tomado sus ilustrísimas, de tan cantada, sólo puede
sorprender a ingenuos profundos (versión elegante de idiotas profundos,
o en su caso, sinvergüenzas profundos). La Europa que representan
Zapatero y Moratinos (desgraciadamente para el caso cubano, estos
personajes son Europa) se halla demasiado a las greñas consigo misma,
demasiado preocupada en ver de qué manera pueden unirse para presentarse
como un poder competidor y competitivo frente a Estados Unidos –el gran
sueño francés- como para ocuparse seriamente de lo que pasa en Cuba.
Además, secretamente disfrutan, sobre todo Zapatero y Moratinos, con la
agresividad anti-yanqui del Comandante (¿será SU comandante?). No de
otra manera se puede entender el empeño de la diplomacia española en
favorecer la política de mano blanda con la tiranía caribeña. Ya ni
siquiera les preocupa la patada en el trasero que los comisarios de la
Isla le han dado a las pequeñas y medianas empresas españolas asentadas
en Cuba, y que ahora ya al Comandante no le interesan y mandan a paseo,
claro, sin cobrar. Los intereses de Zapatero y Moratinos son más “elevados”,
van con las grandes empresas. Pero, sobre todo, se trata de intereses
políticos. El castrismo y el chavismo les gustan. Allá quienes no
quieran verlo.
Sin embargo, lo más irritante, lo que más escuece moralmente, es la
profunda hipocresía de estos personajes. Y su rampante cinismo.
“No hay avances satisfactorios con respecto a los derechos humanos en
Cuba”, proclama la declaración de la Unión Europea. Pero dicen constatar
que hay gestos en un régimen que se mueve con la velocidad de los
glaciares. ¡Se quiere mayor cinismo! A la velocidad de los glaciares,
que en este caso se mueven, además, lo mismo para adelante que para
atrás, la libertad de los presos políticos llegaría para el siglo XXII;
y con viento a favor, la democracia llegaría a Cuba para el siglo XXIII.
Parece que esto no es mucho tiempo para el señor Moratinos, bebiendo
burdeos; o para el señor Zapatero, entretenido en procurar la paz
perpetua.
Para Moratinos, lo más notable es que la situación de los derechos
humanos en Cuba no se volverá a revisar hasta junio de 2006. “Eso nos da-
declaró el ministro- un año para avanzar con serenidad en las relaciones
con Cuba”. Así que ya lo saben los más de 300 prisioneros políticos que
se están muriendo en las cárceles de Castro, ¡mucha serenidad! Víctor
Rolando Arroyo, en su celda de castigo, ¡mucha serenidad! Héctor Palacio,
muriéndose en el hospital de la cárcel, ¡mucha serenidad! Y la oposición
democrática dentro de Cuba, tranquilos, ¡mucha serenidad! Y, además, que
no se les ocurra acercarse por la Embajada española en La Habana, porque
el señor embajador Zaldívar no les ve con buenos ojos; es más, el
comisario delegado de Zapatero y Moratinos en La Habana no les reconoce
a ustedes como opositores o disidentes. El comisario Zaldívar sólo
acepta como disidentes, según ha podido conocer y ha contado Montaner, a
Raúl Castro y a Pérez Roque. Tal vez puede que incluya a Menoyo y a
algún que otro “moderado”.
Tiene absoluta razón Vladimiro Roca cuando expresó: “eso (la decisión de
la UE) debe enseñarnos a los cubanos que de la Unión Europea no debemos
esperar nada”. A lo que deberíamos añadir: que Zapatero y Moratinos –y
su comisario Zaldívar, no es que no sean nuestros amigos, es que están
al lado de la tiranía.
¡Qué asco!
Pero para que vean que lo del actual Gobierno socialista de España va en
la dirección justamente opuesta a la de la libertad y la democracia en
Cuba y en Latinoamérica, añádase a las consideraciones anteriores sobre
sus relaciones con Castro, las siguientes. La misma política de abrazos
con Chávez, y más que abrazos, le vende armas y se opone en el Congreso
de los Diputados a una moción de reprobación al fantoche bolivariano por
sus acciones represivas con respecto a la prensa. Los socialistas
españoles defienden que Chávez es un demócrata acrisolado.
Y hay más. El pasado mes de mayo estuvo de visita una delegación
sindical colombiana en España. Fue atendida con todos los honores. El
resultado de la visita fue que el Ministerio español de Trabajo y
Asuntos Sociales se comprometió a “acompañar los esfuerzos” de los tres
sindicatos principales de Colombia para que se consiga en la OIT una
sanción moral al presidente Álvaro Uribe, por la falta de libertad
sindical en Colombia y por el trato a los trabajadores. El Gobierno
español fue respaldado en esta posición por los principales sindicatos
de España, UGT y CCOO. ¿Serán hipócritas y cínicos? Nunca el Gobierno
español ni los sindicatos españoles han respondido a gestión alguna para
que se pronuncien sobre las libertades sindicales y el trato que reciben
los trabajadores cubanos. Por el contrario, las empresas españolas son
cómplices de las prácticas esclavistas del régimen cubano. Pero como
aquí se trata de su admirado (secreta o públicamente) Comandante, ni un
palabra.
¡Qué asco!
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